Según pudo comprobar este periódico, en el lugar tan sólo operó una excavadora allanando el terreno y retirando algunas piedras. Pero en ningún momento apareció la embarcación llamada a colocar los 180 metros de tubería pendientes en la zona. Una ausencia que desde la Delegación Provincial de Medio Ambiente no supieron explicar a preguntas de INFORMACIÓN.
La actuación del aliviadero debería haber empezado a ejecutarse el pasado 5 de mayo. Sin embargo, la mala suerte provocó que en su desplazamiento a Cádiz la maquinaria sufriera daños en uno de sus motores. Desde entonces, la Junta ha estado posponiendo la reanudación de la intervención debido a la complejidad de la reparación. El Ayuntamiento ya ha mostrado su preocupación ante la posibilidad de que coincida con la temporada alta de verano.