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La tribuna de El Puerto

Varitas mágicas y desempleo

Hace un mes el sr. alcalde tenía una toma de contacto con desempleados portuenses que se manifestaban a las puertas del ayuntamiento exigiendo la puesta en marcha de medidas para paliar el paro en nuestra ciudad.

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Hace un mes el sr. alcalde tenía una toma de contacto con desempleados portuenses que se manifestaban a las puertas del ayuntamiento exigiendo la puesta en marcha de medidas para paliar el paro en nuestra ciudad. Su comentario fue que "no hay varitas mágicas para solucionar esta problemática".

Durante meses, el sr. De la Encina, entonces portavoz del grupo municipal del PSOE, exigía al anterior gobierno medidas concretas contra el desempleo e, incluso, llegó a presentar algunas para su debate, siendo rechazadas por no tener el ayuntamiento competencias legales para ejecutarlas o por falta de recursos económicos, cuestiones ambas no aceptadas y criticadas por el sr. De la Encina.

Asistimos a una campaña electoral llena de promesas donde los partidos que forman hoy el tripartito anunciaban prácticamente el pleno empleo si ellos gobernaban. Pero una vez en el gobierno, nada por aquí, nada por allá: magia.

En el “pacto y programa de gobierno” tan sólo se recoge que, a partir de 2016, seis meses desde la toma de posesión, se empezará el estudio (palabra clave) y puesta en marcha de dos planes, uno de empleo local y otro de apoyo a emprendedores, pymes y cooperativas.

Al parecer actuar contra el desempleo no parece ser ni urgente ni prioritario para el tripartito. En esta línea tenemos los planes de empleo de la Junta de Andalucía, que deberían haberse puesto en marcha en septiembre y todavía no hay ni contestación.

El tripartito ni siquiera se ha preocupado por este retraso y, por supuesto, nada de darle aunque sea una llamada de atención a sus amigos socialistas de la Junta.

El sr. De la Encina no mentía a los desempleados cuando decía que no hay varitas mágicas. No, no las hay, pero las hubo. Nuestro actual alcalde siempre portó una varita mágica, pero la ha cambiado por la vara o bastón de mando. La primera sólo exigía agitarla y palabrería, la vara de alcalde exige responsabilidad. ¿Sabrá ejercerla?

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