El juzgado que investiga la muerte de la joven Marta del Castillo remitió ayer a la Audiencia Provincial la petición de libertad de Francisco Javier D. M, hermano mayor del asesino confeso Miguel Carcaño, encarcelado como presunto encubridor del crimen.


Fuentes del caso han informado a Efe de que el abogado de este acusado alega en su recurso, de 41 folios, que todo lo declarado por su cliente sobre sus movimientos la noche del crimen, el pasado 24 de enero, se han ido confirmando, pues su coartada ha sido ratificada por su ex esposa y por su actual novia.


Francisco Javier D. M, de 40 años, permanece encarcelado desde el pasado 17 de febrero, pues según el juez instructor se quedó en el piso de la calle León XIII de Sevilla "limpiando restos y huellas" mientras su hermano Miguel C. D, de 19 años, y sus dos amigos imputados se deshacían del cuerpo de Marta.


En su recurso, el defensor ha apelado a la ausencia de pruebas científicas contra su cliente y en la falta credibilidad y versiones contradictorias que ha ido dando Javier G. M, de 15 años, el único de los tres acusados que le situó en el lugar del crimen en sus primeras declaraciones, según las fuentes.


Posteriormente, este chico se desdijo de todas sus imputaciones a los restantes acusados y aseguró al juez que se inventó todo según lo que había oído en televisión y por presiones de la Policía.


Tanto la Fiscalía de Sevilla como la acusación particular que ejercen los padres de Marta del Castillo se han opuesto a la libertad del imputado.


La petición de libertad fue rechazada por el juez instructor y ahora llegará en alzada a la Audiencia de Sevilla, donde la sección penal a la que corresponda por sorteo será la encargada, a partir de ahora, de resolver todos los incidentes que se produzcan en la tramitación judicial del caso.


El único que ha solicitado su puesta en libertad


Hasta ahora, el abogado de Francisco Javier ha sido el único que ha solicitado la libertad de su cliente, si bien el acusado Samuel B. P, de 19 años, también ha visto su coartada confirmada por ocho amigos que estuvieron con él de botellón la noche del crimen.


La ex esposa de Francisco Javier declaró al juez que el acusado estuvo cenando en su casa con ella y con su hija de corta edad, con la que vio una película en la televisión, entre las 21:00 y las 23:00 horas del pasado 24 de enero.


Posteriormente, el imputado recogió a su novia y estuvo con ella hasta que a las 00.30 horas la dejó estudiando en el piso de la calle León XIII, según el testimonio de esta joven, que también aseguró que su novio llegó de madrugada a acostarse, una vez concluido su trabajo en el bar que regenta en el barrio de Nervión.


En el caso de Samuel, su novia declaró el pasado 31 de marzo que estuvo con él toda la noche excepto en la franja situada entre las 21.30 y las 23.00 horas, cuando ella regresó a su casa para cambiarse de ropa, pero en ese lapso su coartada fue ratificada por otros testigos, en concreto por dos amigas de la pandilla que declararon el mismo día que la novia y por otros cinco jóvenes que ratificaron la coartada del joven el 24 de marzo.


Pese a que la coartada de Samuel se ha visto ratificada con estos testimonios ante el juez, su letrado no se plantea, de momento, solicitar la libertad de su cliente, que está encarcelado desde el 17 de febrero pasado.