Los miles de peregrinos que llenan todos los rincones de la aldea de El Rocío durante todo el fin de semana esperan este domingo, en una calma tensa, el momento cumbre de la romería, la procesión de la Blanca Paloma que comenzará esta madrugada, cuando los almonteños quieran.
Esa calma tensa, en un día caluroso, es la típica de cada domingo de romería, cuando todo está pendiente del salto a la reja, el momento en el que los almonteños sacan a la Virgen del Rocío de su ermita para dar comienzo a la procesión por las calles de la aldea.
Como es tradicional, el salto de la reja no tiene una hora fija, aunque para hacerlo hay que esperar a que termine el rezo del rosario de las hermandades por la aldea, coincidiendo casi siempre con el momento en el que el simpecado de la Hermandad Matriz está ya dentro de la ermita.
Con las primeras luces del alba, los coheteros se han encargado hoy de despertar a todo el mundo o de recordar a los que no han dormido durante la noche que a las 10.30 había cita en El Real de la aldea con la Misa de Romeros, que cada año supone para las hermandades renovar la fe con El Rocío y su compromiso con la Hermandad Matriz.
En esa misa, el Obispo de la Diócesis de Huelva, José Vilaplana, ha pedido a los rocieros que no se queden solo en el sentido festivo de la romería y les ha dicho que, ante todo, tienen "la misión de anunciar la alegría del Evangelio".
En la homilía, Vilaplana se ha referido a la abdicación del Don Juan Carlos, para recordar que los Reyes estuvieron en Almonte en 1992, y los Príncipes de Asturias en 2006.
A los Príncipes les ha deseado "que el espíritu santo les asista en la nueva responsabilidad que van a asumir".
Tras una multitudinaria comunión, los asistentes a la misa se han dispersado por todos los rincones de la aldea, y muchos se han dirigido a la ermita, donde la reja que se encuentra ante la imagen es un paso incesante de devotos durante todo el fin de semana.
Eso sí, el siglo XXI también ha llegado a la aldea almonteña, y las promesas o agradecimientos en forma de velas encendidas se pueden hacer desde hace cuatro años mediante internet o SMS, lo que permite promesas ante la Blanca Paloma sin estar físicamente en la aldea.
Con este sistema, desde cualquier parte del mundo la persona que ha hecho la ofrenda puede ver que efectivamente se enciende la vela, a través de cámaras instaladas en el velario, que fue inaugurado en 2010, y que también es lugar de tránsito continuo durante toda la romería, en sustitución del antiguo, que estaba situado anexo a la propia ermita.
María Jesús, que ha llegado esta mañana a la aldea en una excursión de doce horas de duración, ha encendido una vela "para agradecer a la Virgen que mi hijo ha encontrado trabajo después de dos años".
Cuando comience a caer la tarde se pondrá en marcha todo el dispositivo que hará que la procesión de la Virgen se desarrolle con normalidad, dentro del trabajo que realizan de forma coordinada las más de 6.000 personas que intervienen este año en el Plan Aldea.
