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El Ayuntamiento de Alcalá la Real repartirá 2.500 bombillas de bajo consumo

Se repartirán desde el próximo lunes en el Ayuntamiento y Casa Pineda y permiten un ahorro de hasta el 80% en comparación con las tradicionales

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Un total de 1.500 bombillas de bajo consumo tiene previsto repartir de forma gratuita el Ayuntamiento de Alcalá la Real a partir de este lunes entre los ciudadanos alcalaínos. La iniciativa, que llevan a cabo las concejalías de Medio Ambiente y Sanidad y Consumo, y que ha supuesto una inversión superior a los 5.000 euros, se enmarca dentro de la Campaña Iluminate +x-, que se lleva a cabo con motivo de la celebración del Dia Mundial del Consumo, y con la que se pretende impulsar un objetivo fundamental, el de concienciar a la ciudadanía sobre la necesidad de adoptar una actitud responsable de ahorro energético, no sólo por cuestiones económicas, sino también con el fin de reducir el impacto en el medio ambiente derivado de la producción de energía eléctrica.

La iluminación representa el 18% del consumo eléctrico en los hogares y, en consecuencia, de lo que se paga en el recibo de la electricidad. Para conseguir una buena iluminación es conveniente analizar las necesidades de cada una de las estancias de la vivienda y tener muy presente que no todos los espacios requieren la misma cantidad de luz, ni durante el mismo tiempo, ni con la misma intensidad. Por ello es muy importante elegir la bombilla adecuada para cada ambiente. 

En el mercado podemos encontrar los siguientes tipos de lámparas:
Lámparas incandescentes: son las más baratas, pero duran menos (1.000-1.200 horas de luz) y consumen más. Casi el 95% de la electricidad consumida se desperdicia al convertirse en calor en vez de luz.
Lámparas halógenas: consumen más o menos la misma cantidad de energía que las lámparas incandescentes, pero duran hasta tres veces más (entre 2.000 y 3.000 horas de luz) y proporcionan más cantidad de luz y de mayor blancura. Algunos modelos utilizan transformadores electrónicos que disminuyen la pérdida de energía y permite un ahorro de electricidad de hasta el 30%. 

Tubos fluorescentes: consumen hasta un 80% menos de electricidad para la misma intensidad de luminosidad y tienen una duración entre cinco y nueve veces superior a las bombillas incandescentes (6.000-10.000 horas de luz). Son ideales para zonas de trabajo, pero poco agradable para las zonas de descanso y ocio. En habitaciones iluminadas con fluorescentes no es conveniente apagar la luz cuando la ausencia vaya a ser inferior a 15-20 minutos ya que se consume más energía al encenderlos que manteniéndolos sin apagar durante este período.
Bombillas de bajo consumo: Son más caras que las bombillas incandescentes pero a la larga suponen un importante ahorro porque consumen hasta un 80% menos de electricidad y duran hasta nueve veces más (8.000-10.000 horas de luz). Es recomendable usarlas en aquellas estancias que necesiten más de una hora de luz diaria.
Bombillas Led: Son las bombillas más caras y eficientes. Consumen un 90% menos de energía que las bombillas tradicionales y un 50% menos que las bombillas de bajo consumo dando la misma luminosidad. Duran hasta 100 veces más que las bombillas tradicionales (100.000 horas de luz) y hasta 12 veces más que las bombillas de bajo consumo. Esto son 35 años a ocho horas diarias de utilización.

Entre los consejos para el ahorro de energía en la iluminación del hogar que se dan en esta campaña están el sustituir las bombillas incandescentes por bombillas de bajo consumo o bombillas led, aprovechar la luz natural siempre que sea posible, no dejar luces encendidas en habitaciones que no se estén utilizando, utilizar tubos fluorescentes donde sea posible, y sobre todo, en la cocina, donde las horas de encendido son mayores, utilizar colores claros en paredes y techos.

Entre las ventajas de la utilización de bombillas de bajo consumo frente a las bombillas tradicionales están las siguientes:
Son más eficientes. Reducen en un 80% la energía consumida por las tradicionales bombillas incandescentes.
Son más económicas. Duran, como mínimo, seis veces más que una bombilla tradicional y su coste se recupera en menos de un año.
Son más ecológicas. Reducen sustancialmente las emisiones de CO2, que son nocivas para el medio ambiente y principal causa del cambio climático. Una sola de estas bombillas economiza a lo largo de su vida útil 137 litros de petróleo, o 156 kilos de carbón, que es lo que ahorran las centrales eléctricas en combustibles fósiles.
Si se cambian cinco bombillas tradicionales de 60 vatios por cinco bombillas de bajo consumo equivalentes a 11 vatios (encendiéndolas cuatro horas al día), se pueden ahorrar unos 54 euros al año en el recibo de la luz y lo que es importante se reducirá la emisión de gases de efecto invernadero en 143 kilogramos.
Para sacar el máximo rendimiento a las bombillas de bajo consumo es conveniente tener en cuenta algunas recomendaciones: instalarlas en los puntos de iluminación del hogar con mayor número de horas de encendido al año, ya que se ahorrará más y la bombilla también durará más; ponerlas en aquellas habitaciones de uso más continuado, pues el encendido y apagado frecuente de las bombillas de bajo consumo reduce su vida útil; al terminar su vida útil, deben ser recicladas. 

Según los datos ofrecidos desde el Ayuntamiento alcalaíno, sí en todos los hogares de nuestro municipio sustituimos cinco bombillas de 60 vatios por bombillas de bajo consumo de 11 vatios y las usamos durante cuatro horas al día a lo largo del año, entre todos evitaríamos la emisión de 1.289 toneladas de CO2 a la atmósfera, y ahorraríamos 486.508 euros en la factura de la luz.

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