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Costa Occidental

Un enfermero de Cartaya participa en la elaboración de la Estrategia Nacional de enfermedades pulmonares

Leopoldo Palacios, natural de Cartaya, trabaja en el centro de salud El Torrejón, en la capital provincial, y ha sido designado por la Federación Española de Asociaciones de Enfermería Comunitaria

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Leopoldo Palacios, natural de Cartaya y enfermero gestor de casos del centro de salud El Torrejón, ubicado en la capital onubense y dependiente del Distrito de Atención Primaria Huelva-Costa, ha sido designado para formar parte del comité técnico encargado de la elaboración y seguimiento de la Estrategia Nacional de EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica) dirigida al conjunto del sistema sanitario público. Su selección como miembro de este grupo de expertos procede de la Federación Española de Asociaciones de Enfermería Comunitaria y Atención Primaria (FAECAP).

Según informo El Periódico de Huelva, la Estrategia Nacional de EPOC, aprobada en el seno del Consejo Interterritorial de Salud, es una iniciativa promovida por las comunidades autónomas, el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, las sociedades científicas y las asociaciones de pacientes, y su objetivo es conseguir una mejor eficacia y calidad en el abordaje y tratamiento de esta patología en todos los servicios de salud que integran el sistema público en España. Se trata, además, de una forma de contribuir a la cohesión social, lo cual beneficia a los ciudadanos con independencia del lugar en que residan. El enfermero cartayero también va a participar en paralelo en la implantación de esta estrategia en nuestra comunidad autónoma, donde ya pertenecía al equipo de trabajo responsable del proceso asistencial integrado para dicha enfermedad.

La EPOC es un trastorno permanente y lentamente progresivo caracterizado por una disminución del flujo en las vías aéreas, causado por la existencia de bronquitis crónica y enfisema pulmonar. Constituye un importante problema de salud pública, ya que los enfermos sufren una incapacidad respiratoria que afecta de forma notable a su calidad de vida. Se estima que el 90% de los casos están asociados al tabaquismo y, en menor medida, a la contaminación, infecciones de repetición o factores genéticos.

La asistencia a esta patología está incluida en la cartera de ser-vicios de la sanidad andaluza tanto en atención primaria como especializada. De hecho, las enfermedades respiratorias representan el 50% de la actividad de los neumólogos y más de la tercera parte en el ámbito de las consultas de los centros de salud. En este sentido, se recomienda evitar el tabaco y espacios contaminados, cuidar la alimentación, realizar ejercicio físico regularmente, tener la cobertura vacunal, utilizar correctamente la medicación y conocer la identificación y forma de actuar ante descompensaciones.

Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), unos 210 millones de personas padecen EPOC. Estudios realizados en España cifran la prevalencia actual en la población de 40 a 79 años en el 10,2%. En Andalucía, aproximadamente el 5,5% de las personas mayores de 40 años presentan esta enfermedad. Por otro lado, el coste asociado a la misma equivale al 0,2% del PIB. Además, se calcula que más del 70% de los casos permanece sin diagnosticar.

Así, la alta presencia de esta patología y su infradiagnóstico, unido a la carga de enfermedad que genera y al alto coste que supone para los servicios sanitarios públicos, justifican un abordaje riguroso y la necesidad de un plan integral de actuaciones que establezca criterios contrastados y consensuados sobre las pautas a seguir en cuanto a prevención, diagnóstico precoz, asistencia en fase aguda, rehabilitación, formación de profesionales e investigación.

Para dar respuesta a estas necesidades nació la Estrategia en EPOC del Sistema Nacional de Salud (SNS), que actualmente se encuentra en una nueva fase con el desarrollo del proyecto ‘Impulsa EPOC’. Esta actuación se centra tanto en el impulso de la prevención primaria, enfocada a disminuir los índices de consumo de tabaco, como en la prevención secundaria, que consiste en el diagnóstico precoz de la enfermedad a través de la realización de espirometrías (una prueba que mide la capacidad pulmonar de una persona). Las aportaciones y el papel de los profesionales de la enfermería de atención primaria en este apartado resultan cruciales para la consecución de ambos objetivos.

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