José Luis Hidalgo, ex director general de Ferias Internacionales Virtuales de Andalucía (FIVA), ha asegurado este miércoles que es licenciado superior en Ciencias Económicas y Empresariales pero que cuando fue nombrado para el cargo llevaba dos años en paro, siendo contratado a través de un amigo que "conocía" al expresidente de Invercaria Tomás Pérez-Sauquillo.
En su declaración ante el titular del Juzgado de Instrucción número 16 de Sevilla, que investiga supuestas irregularidades en Invercaria, la empresa pública de inversión y capital riesgo de la Junta de Andalucía, Hidalgo ha explicado que fue en octubre o noviembre de 2006 cuando un amigo que "conocía" a Pérez-Sauquillo "le dijo que éste quería un gestor para FIVA" de sus mismas características.
Según el acta de su declaración, consultada por Europa Press, el imputado ha precisado que, "al saber" que el expresidente de Invercaria "buscaba a alguien de su perfil profesional", le mandó su curriculum, añadiendo que, a su juicio, fue elegido para el puesto "porque su perfil profesional le convenció", formalizando un contrato laboral indefinido de 55.000 euros anuales.
NO CREE QUE SU SUELDO DE 55.000 EUROS ANUALES ESTUVIERA "INFLADO"
Sobre su remuneración, el ex director general de FIVA ha asegurado que, "para sus funciones, no estaba inflado", y además "era inferior al último trabajo que había desempeñado", pero accedió al mismo "porque llevaba dos años en paro", agregando que "pactó" su sueldo anual con el propio Pérez-Sauquillo y que el consejo de administración de FIVA aceptó su designación y su cargo.
El imputado ha dicho que, además de tener un amigo en común, "conocía" al expresidente de Invercaria de La Carolina (Jaén), pero que "no tenía relación de amistad ni tampoco de parentesco directo o indirecto" y que "hacía más de 20 años que no tenía trato ni relación alguna" con él.
Al hilo, Hidalgo ha indicado que, antes de ser contratado en FIVA, donde se dedicó a llevar principalmente la gestión financiera, ya había prestado funciones parecidas en otras sociedades distintas, pues había sido auditor durante dos años de Price Waterhouse Coopers y durante 12 años prestó sus servicios en la Intervención General del Estado, mientras que también estuvo ocho años como director financiero de la empresa pública Turismo Andaluz.
"SOLVENCIA ECONÓMICA" DE FIVA
No obstante, ha querido subrayar que el hecho de que haya prestado servicios en distintas entidades públicas y privadas "no ha estado motivado en ningún caso por el hecho de que sus servicios hubiesen sido considerados insatisfactorios por ninguna de dichas entidades", señalando que, "aunque se considera un buen gestor, tampoco tiene un renombre nacional".
El imputado ha indicado que fue a principios de 2007 cuando comenzó a prestar sus servicios para FIVA, que aunque "estaba en sus inicios y aún todavía no tenía clientes, le dio aspecto de solvencia económica", y que cesó en diciembre de 2008 al asumir Novasoft --socia accionista de FIVA-- la gestión que hasta ese momento había realizado él mismo.
Asimismo, Hidalgo, que ha negado que abriera cuentas a FIVA para obtener algún rédito o beneficio personal, ha admitido que hubo una "desviación" entre el importe del presupuesto inicial y el importe de la factura final que presentó Novasoft para desarrollar el portal virtual "porque hubo peticiones de nuevas necesidades para el desarrollo de la plataforma que no se contemplaron en el presupuesto inicial".
"NINGÚN PERJUICIO" CON FIVA
Tras señalar igualmente que "no ha tenido ningún perjuicio" con FIVA, al contrario de lo aseverado por otros imputados, José Luis Hidalgo ha dicho que en 2008 se hizo una solicitud a la agencia IDEA para obtener una subvención de 200.000 euros --cantidad que, por cierto, costó el evento de presentación en el Pabellón del Futuro-- de cara a financiar los trabajos de la plataforma virtual que estaba desarrollando Novasoft.
El imputado, asimismo, ha negado haber manipulado ninguna documentación para conseguir la subvención, que finalmente se concedió, ha indicado.
Por último, ha afirmado que no fue hasta el primer trimestre de 2008 cuando Manuel Jesús Rodríguez Rodríguez, imputado también en la pieza separada de FIVA y responsable del departamento de análisis e inversiones de Invercaria, le pidió información financiera sobre "balance de la empresa, presupuestos y un avance de las obligaciones de FIVA". Fue "el único requerimiento que le consta durante el tiempo que estuvo en FIVA", lo que ha achacado a que la empresa pública de capital riesgo "sabía todo acerca de la información de FIVA".