El tiempo en: Alcalá la Real
Publicidad Ai
Publicidad Ai

Usted no es normal

Resulta que al gran Albano, se le ha ocurrido arremeter contra los gays, y claro está, se la han liado...

Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai
Resulta que al gran Albano, se le ha ocurrido arremeter contra los gays, y claro está, se la han liado. El caso es que lo único que ha manifestado es que no le hubiese gustado tener un hijo homosexual y ha reconocido que no le gusta la fiesta del orgullo gay –a mí me parece una mariconada–, además ha pedido a los homosexuales que hagan sus cosas en privado.

Para empezar, en lo único que, bajo mi punto de vista, se ha equivocado es en catalogar a los gays y lesbianas de imperfectos, aunque está claro que tampoco es algo normal. Y es aquí donde coincido con Albano. Comprendo que dos hombres o mujeres se quieran casar, que pretendan que se respete su tendencia sexual y no la veamos como una aberración, con los tiempos que corren cosas peores se han visto. Pero de ahí a aceptarlo como algo normal hay un abismo. Más que nada porque si eso es algo normal, los heterosexuales qué son y por otro lado, si fuese normal la humanidad no existiría.

El progresismo es algo maravilloso, la tolerancia también, pero la hipocresía y la imposición es algo que va contra la convivencia y más cuando todos tenemos que aceptarnos. Estoy cansado de que a los que vemos la homosexualidad como lo que es, algo no natural y por consiguiente anormal, se nos trate como si fuésemos imbéciles. Que usted se quiere casar, me parece muy bien. Que a usted le gusta mirar para Cuenca, también. Incluso que usted adopte a un niño, es su problema, del niño y sobre todo de las autoridades que lo consienten –yo por mi parte no lo veo bien, pero si la ley lo permite, pues a mí plin–. Pero otra cosa muy distinta es que usted quiera imponerme su forma de vida como algo natural, que usted pretenda hacerme comulgar con ruedas de molino y tenga que aceptar indirectamente que soy un bicho raro.

En este país tan guay y moderno en el que vivimos, hemos pasado en muy poco tiempo de ser conservadores a ser progres, de ser católicos a ser agnósticos, de ser coherentes a ser caraduras… y por ende decirle a un señor con pocos recursos que espabile es ser poco solidario, tratar normalmente a un señor de color o a un gitano es ser racista, y decirle a un homosexual que no es normal es ser homófobo.

Debatiendo este tema una señora me dijo que si a ella una mujer le satisfacía más que un hombre, porqué no se iba a poder ir con ella. Y creo que en esta manifestación está la clave de todo o parte de este asunto. A los progres lo que en verdad les pica es el gusanillo de la anarquía, que cada cual haga lo que le venga en gana, y hasta aquí me parece muy bien. Pero vuelvo a lo de antes, no es lo normal. Eso en cualquier parte del mundo se llama, vicio.

De todas formas, de ahí a tildar a los homosexuales de imperfectos va un mundo. Pero volviendo a lo de antes, en este país, hemos pasado de arrodillarnos ante una imagen a burlarnos de Dios, y sobre todo de seguir los mandamientos a imponer una nueva moral, donde lo normal es ser gay, agnóstico, progre y los otros somos bichos raros. Quizás nosotros seamos homófobos de condición, pero está claro que ustedes nos tienen más odio a los que no practicamos su religión que nosotros a ustedes y además con papeles, y con asignaturas de nuevo corte que los avalan. Yo por mi parte no me rendiré nunca, y si me sale un hijo homosexual, me fastidiaré como dice Albano. Eso sí, lo aceptaré como tal, pero lo que no haré nunca será pedirle a todo el mundo que lo acepte. Porque a fin de cuentas los padres perdonamos a nuestros hijos todos sus defectos.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN