Están acostumbrados a recibir multitud de premios y homenajes, pero este miércoles Kate Winslet y Gary Barlow tenían una cita muy especial. Recibían un nuevo galardón de manos de la mismísima Isabel II, la Reina de Inglaterra.
La protagonista femenina de Titanic fue condecorada con la medalla de Comandante del Imperio Británico por su trabajo en la industria del cine. Para Winslet ésta era la primera vez que se encontraba con la soberana británica por lo que calificó el momento de "experiencia única".
"La importancia de la cita es enorme. Sientes que estás siendo reconocida de alguna forma por todo el país", declaró al diario británico The Daily Mail momentos antes de entrar al majestuoso Palacio de Buckingham en donde le esperaba la Reina.
Ya en el interior del palacio pudimos ver a una nerviosa Kate recibiendo de manos de la reina Isabel II la medalla, que pese a su pequeño tamaño, simbolizaba uno de los reconocimientos más importantes que se pueden conceder a un ciudadano británico.
Para la ocasión, Kate Winslet eligió un discreto traje de Alexander McQueen compuesto por falda y chaqueta negra con peplum. Además, la actriz quiso hacer un guiño al estilo british y adornó su pelo con un tocado de Natalie Ellner para Ellsewhere.
Tras terminar con la recepción real, Kate Winslet volvió a charlar con los periodistas de The Daily Mail y confesó algunos detalles de su conversación con la soberana.
"Me dijo que estaba encantada de concederme el premio y me preguntó si me gustaba actuar. Yo le dije que me encanta pero que me gusta mucho más ser madre", admitió la actriz, algo con lo que coincidió con la soberana, que según Kate Winslet, definió la experiencia como "el mejor trabajo".
Kate Winslet es madre de dos niños: Mia de 12 años, fruto de su primer matrimonio con Jim Threapleton y Joe, de 8, nacido de su matrimonio con Sam Mendes, hombre del que Winslet se separó hace dos años.
GARY BARLOW SE REENCUENTRA CON SU REINA
Si para Kate Winslet ésta era su primera experiencia con la realeza, para Gary Barlow este acto constituía un nuevo encuentro con la soberana, personaje con el que ya ha coincidido en más de una ocasión.
Por este motivo, no es de extrañar que el cantante de Take That apenas estuviera nervioso momentos antes de recibir la medalla OBE como reconocimiento a la contribución que ha realizado a la industria del entretenimiento, especialmente tras organizar el concierto que se celebró durante la fiesta del Jubileo de Diamante en el que multitud de artistas rindieron tributo a Isabel II.