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Beatles y Stones saben de cuplés

Jornada sexta y con una esperada y consentida Invasión Británica que toma el Falla a ritmo de tangos y parodias, con los Beatles del coro de Julio Pardo y los Rolling Stones del cuarteto de Gago y compañía.

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  • ?Gago Jagger?, líder de la banda de la boca pintada por Andy Warhol, cautivó junto a los suyos a la concurrencia del Gran Teatro Falla. -
  • Cuarteto___Los de Gago encienden a un público totalmente entregado a la banda que mezcló parodia, cuplés y rock & roll
  • Coro___Los de Pardo reinventan ?Los Escarabajos Trillizos?
Jornada sexta y con una esperada y consentida Invasión Británica que toma el Falla a ritmo de tangos y  parodias, con los Beatles del coro de Julio Pardo y los Rolling Stones del cuarteto de Gago y compañía.

Cuando yo me pele
Se abre el telón y sale Julio Pardo con cuarenta yeyés y no es un chiste malo, es un coro bueno que homenajea a aquellos Escarabajos Trillizos de Enrique Villegas, los auténticos Beatles, porque como dice Antonio Burgos, “los Beatles verdaderos estaban en Cádiz, eran Los Beatles de Cai, porque los de Liverpool eran unos esaboríos”.  Primer tango a los 30 años que llevan cantando a Cádiz, “media vida de papelillos y me queda otra media para decirte te quiero”. Segundo a la crisis, “ahora que quiebran las grandes inmobiliarias y los bancos pierden liquidez” Cádiz les da una lección de cómo superarlos, “lleva siglos siendo la cuna de la miseria, pero echa cojones pues mañana será otro día”. Cuplé al calendario que han hecho los presidentes de los EEUU y en el que Obama de cintura para arriba ocupa septiembre, y de ahí hacia abajo ocupa de octubre a diciembre”. Retoman el “cuando yo me pele... je, je, je” intercalándolo con cosas que parecen imposibles, como que “Chaves no se presenta más a las elecciones” que “Teo quiere quitarse de las vallas publicitarias” o que vieron a “Vicente Sánchez riéndose por Candelaria”. Con guitarra eléctrica, bajo y batería dicen adiós al grito de “la pasión que te dan las coplas en el alma se te queda”.  

Pa un desavío aquí está el tío
Le sigue en orden de actuación la chirigota de Cádiz  reconvertida en Ultramarinos lleno de chicucos qu e”venden picos tan grandes que parecen piconeros” y que tienen una oferta 2x1 bastante tentadora: “Si te llevas a mi mujer, te regalo a mi suegra”. Tiran dos buenos cuplés. El primero a la crisis, en la gasolinera ya hasta han despedido a la chica que decía: “Muchas gracias, buen viaje”.  Segundo a lo que le dijo el novio de la duquesa de Alba a ésta: “Tú estás que te sales del pellejo”.

El informal
Asoma desde Valverse del Camino esta comparsa que representa el periódico de idéntico nombre, con tipos de papel de prensa y sombreros de barcos de papel que navegan entre pasodobles. Llevan bajo el disfraz el tipo de la comparsa España la Nueva, con las mangas como banderas: A la izquierda, la andaluza; en la derecha, la española. 

Esta boca es mía
Con título de disco de Joaquín Sabina y hechuras de Sus Satánicas Majestades toman las tablas del Falla los integrantes de este cuarteto de Cádiz que son presentados por Vicente Sánchez, el concejal que sonríe. El líder de la banda británico-gaditana se presenta: “Soy Mick Jagger, que traducido result, tengo la boca hinchá”, y añade “a, e , i, o, u... es que yo soy el vocalista”. Los rockeros que se declaran récord de ventas, pues “paran en la Venta del Pollo, en la Venta Andrés...” afirman que en Cádiz en hay que morir es cierto y notorio, “pues somos cuatro gatos y ya hay tres tanatorios”. Los de la boca de Warhol declaran que en Cádiz va a ser tradición “Carnaval, Semana Santa y Rock & Roll”. Se despiden con el Teatro en pie y no sin antes destacar una alegoría cantada por alegrías: “Un pájaro jaula es como un frigorífico combi que en realidad es un yogur”. ¡Ole!

Esta chirigota vende
Le sigue la chirigota de El Sheriff, que abre el supermercado Mercafalla para ofrecer sus ofertas en pasodobles y cuplés. Pasodoble a los padres mayores que hacen una carísima compra para sus hijos que nunca van a visitarlos y acaban siempre comiendo solos en la cocina. Cuplé al departamento de perfumería en el que se rompen todos los productos para el pelo: champús, suavizantes, mascarillas y fijador, y la que fue a limpiarlo resbaló y cayó abierta de piernas, “y se le quedó  el chocho como la cabeza de Pitingo”. Cierran la baraja de su tienda de coplas de febrero tras haber visto a “tu niña Lola, tu niña Lola, que se come los petit suisse y los esconde tras las cocacolas”. 

A los que se les ve la pluma
Comparsa de Cádiz y de Jonhatan Pérez que pisan las tablas con el tipo de poetas mariquitas de casaca con papos, golilla al cuello y gorra rematada con una blanca pluma. Se declaran locos por La Tacita, a la que “no mentirían ni  aunque quisieran”. Los literatos llenos de buen gusto piden por esas bocas, “dame esa dulce rima para construir la más bella poesía que brota de este corazón para enamorarte”. Enorme comparsa que cantará más de una vez en el presente COAC.

No nos la damos... somos artistas
Esta chirigota de Cádiz salen a escena con un tipo que parodia al de la comparsa de Juan Carlos Aragón, y ciertamente, estos chirigoteros sí son artistas de verdad, de vellos de punta en los brazos porque pisan el Falla, que hacen temblar a Quiñones con sus pasodobles y que no tuvieron chupetes y sí pito de caña y plumero.

Doña Flora
La comparsa mixta de El Puerto de Santa maría, jardineras de tiempos pretéritos, tiran flores y derrochan simpatía y buen hacer sobre las tablas del Gran Teatro. Cantan a Cádiz y a “ese tesoro que tiene escondido que es La Alameda”. Dicen adiós musicando “la savia de esta tierra y el agua de tu Bahía, el cariño de tugente y el aroma marinero” para  no decir adiós al templo de los febreros y “hasta luego”.

El marqués de Pocas Tierras
Finiquita la sesión y cierra el telón la chirigota onubense con letras de Francisco Abeijón, Carapalo. Buen tipo de marqués de nombre Domingo Gómez Sierra y tieso como una mojama por culpa de un abuelo que legó la fortuna al cura del pueblo. Cuplé al amigo que siempre lleva al niño en brazos y un día que se cruzó con él y no lo llevaba, no lo saludó porque “sin el niño, no lo conozco”. ¡Jiu!

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