En palabras del secretario local de la Unión de Pequeños Agricultores, Cristóbal Cano, “hemos tenido la suerte, entre comillas, de tener una campaña muy limpia, nos ha favorido el hecho de que, debido al buen tiempo, la cosecha no se haya interrumpido desde primeros de diciembre, habiéndose perdido apenas dos o tres días a lo largo de la campaña. Esto ha permitido, además, que prácticamente toda la aceituna recogida ha sido de vuelo, por lo que más de la mitad del aceite es virgen extra, y si sumamos el virgen y el virgen extra, supone un 90%”.
Por otro lado, a nivel de empleo, “la campaña ha generado en Alcalá más de 150.000 jornales, lo que ha supuesto unos ingresos de más de 7,5 millones de euros entre los trabajadores, a lo que hay que sumar las cotizaciones a la Seguridad Social. Por otro lado, se han generado más de 153.000 euros en jornales por molturación y molienda, en las almazaras”.
Sin embargo, no todo son luces en la valoración realizada por el secretario local de UPA. Capítulo aparte merece, según Cristóbal Cano, la situación del sector en lo que a las almazaras se refiere. Según el secretario local de la Unión de Pequeños Agricultores, en la actualidad hay en Jaén más de 330 almazaras y cooperativas privadas. “Y en nuestro municipio, en concreto, están tan diseminadas y son de tan poca dimensión, que son económicamente inviables. Contamos con siete almazaras cooperativas -San Antonio, Martínez Montañés, Charilla, Ribera Alta, Santa Ana, La Rábita y Fuente Álamo- y otras diez almazaras particulares, lo que supone 17 en total. Con la producción de esta campaña, la media por almazara apenas supone algo más de seis millones de kilos. El umbral para la rentabilidad de una almazaras se sitúa prácticamente en este límite, en unos cuatro o cinco millones de kilos, pero no hay que perder de vista que estamos ante una cosecha histórica, por lo que no siempre se alcanzan estas cifras”.
“En las zonas de olivar de regadío, como es ya buena parte de la provincia de Jaén, -continúa Cano- prácticamente tienen asegurada cada año su cosecha, pero ese no es nuestro caso, aquí se depende de que llueva o no. Por si fuera poco, este año, aparte de la sequía que tenemos, hemos padecido el mes de febrero más frío en los últimos cincuenta años, con lo cual los olivos prácticamente se han helado, aunque todavía es pronto para saber si la madera está tocada, pero las hojas se van a caer todas y no van a echar aceituna. En las heladas de 2005 se consiguieron unas ayudas que nunca antes se habían logrado, a fuerza de muchas presiones y negociaciones, pero esto no va a repetirse siempre. Desde UPA hacemos un llamamiento para que el agricultor asegure su cosecha todos los años. Cada tres o cuatro años, se cobra, es decir, se amortiza ese seguro, es igual que un seguro a todo riesgo para nuestro vehículo. Es necesario que nos concienciemos de eso, y meter el seguro como un gasto más, igual que echamos el abono o hacemos los tratamientos necesarios. Es la única manera de que el agricultor tenga garantizada al menos el 70% de su cosecha".
"En definitiva, la diseminación de nuestras almazaras, puede suponer un aspecto positivo para el olivarero en el sentido de que cuenta con un punto cercano a sus olivares para la recogida, y estos sitios, por tanto, no deben desaparecer, pero con una persona tienen suficiente, para pesar y limpiar. Lo ideal, sin embargo, sería contar con dos almazaras,una privada y otra cooperativa, en un lugar bien situado, próximo a la N-432. Es necesario contar con una gran almazara para molturación para reducir costes, lo que no podemos tener es 17 pequeñas almazaras, con dos o tres líneas en cada una de ellas. La creación de esta gran almazara podría reducir los costes a la mitad. No puede ser que nos cueste cuatro o cinco céntimos de euro por kilo molturado, cuando en otros lugares, con mayor dimensión, cuesta la mitad. El resultado de la situación actual es que la mayoría de las pequeñas almazaras con las que contamos, cuando se nos van quedando anticuadas, ya no tenemos capacidad de comprar maquinaria nueva”.
“La necesidad de concentrar las almazaras -añade Cristóbal Cano- es algo que no sólo afecta a la zona de Alcalá la Real sino que puede hacerse extensivo a toda la provincia de Jaén. Somos los principales responsables de que el precio esté como está. Mientras hemos recibido ayudas de la Unión Europea, no nos hemos preocupado más que de modernizar las explotaciones, comprar finchas, arreglar sus casas, comprar coches... pero no nos hemos preocupado en absoluto de lo que hacían otros, que es la comercialización del aceite. "Hemos perdido aproximadamente un 40% de margen de beneficio. Han subido los costes de producción debido al incremento del precio de los fertilizantes, la Seguridad Social, los convenios del campo, la maquinaria, etc. Todo en definitiva, a excepción del producto en origen. Pero la mayor parte de responsabilidad es de los que tenemos el producto. Si Jaén es la capital del sector del aceite, máximo exponente de la calidad, etc, pero no somos capaces de poner el precio a nuestro producto, siempre estaremos igual, y ya es hora de que dejemos de quejarnos. Las ayudas son sólo una parte complementaria de esa renta que tenemos, pero primero es necesario que valga el producto". "Con la situación actual, es imposible que haya un relevo generacional. Si no fuese por las subvenciones y las grandes cosechas de los últimos años, estaríamos en el umbral de la no rentabilidad”, concluye el secretario local de UPA.
