La otra cara de Konrad: devuelve a la vida al olvidado río Guadabajaque

Publicado: 14/03/2025
Agustín García Lázaro reivindica desde sus redes sociales el pasado de un cauce enterrado que ha vuelto a la vida a causa de las fuertes lluvias
Las fuertes y voluminosas lluvias que ha dejado la borrasca Konrad a su paso por Jerez han dejado todo tipo de imágenes relacionadas con el impacto de las tormentas, desde las inundaciones de calles de diferentes barrios y barriadas rurales, hasta la crecida del río Guadalete, pero también ha hecho posible la recuperación de imágenes perdidas en el tiempo e inéditas a los ojos de muchos jerezanos, caso de la revitalización del cauce del "olvidad" río Guadabajaque.

Así lo ha destacado desde su perfil de redes sociales Agustín García Lázaro a partir de un texto y una colección de fotos que ha compartido bajo el título de "El Guadabajaque regresa de nuevo..."

Y lo explica así: "Aunque nos hayamos olvidado de él y hayamos transformado, enterrado y desviado su curso... el río Guadajabaque existe.

En los siglos medievales del Jerez andalusi, se hacían en él pesquerías, cuando la carrera de la marea subia por el Guadalete hasta su cauce y llegaba a las cercanías de Torrox. Su nombre andalusí ("rio de las redes") deja clara su antigua utilizacion por los jerezanos.

Cuando en los 60 se canalizó y se cubrio a su paso por la trasera del poligono de El Portal, lo transformamos en cloaca y nos olvidamos de él.

Sin embargo, cada vez que las lluvias arrecian, renace de nuevo.

Recoge entonces las aguas del arroyo del Amarguillo que corren por las laderas de Cerro Pelado, de los pagos de Tocina, de Macharnudo bajo, de Tizón, del Cerro del Canonigo. Se juntan estas cerca de Las Salinillas con las que traen el arroyo del Zorro y el de la Loba desde El Carrascal, desde el Cerro de Santiago, desde Rabatún... Juntas forman ya ese rio que corre por detrás de Area Sur formando extensos aguazales y cruzando la carretera de Sanlúcar circunda las Bodegas Internacionales para llenar la Laguna de Torrox y, por su aliviadero, es conducido al Guadalete entrando en su cauce junto a la EDAR.

En dias como hoy, nuestro modesto y olvidado Guadajabaque, deja claro que es un rio de violentas crecidas, de cauces desbordantes, un rio que se tiñe del blanco de las albarizas que sus aguas arrastran desde los pagos viñeros mas celebres.

Un rio como los de antes que dice para el wue ño quiera oir: "apartad de mi paso que aunque me hayais despreciado e ignorado, ocupado mi cauce y construido en él, vengo desde los mas remotos rincones de vuestra historia a recordaros que no he muerto y estoy más vivo que nunca".

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