La reciente adjudicación del servicio municipal de grúas de Sevilla a la empresa Setex Aparki sigue generando controversia. Apenas un mes después de que la compañía comenzara a operar en febrero de 2025, ha despedido a seis trabajadores, lo que ha generado un profundo malestar entre la plantilla y los sindicatos.
El sindicato CNT ha denunciado estos despidos como una muestra de la "represión laboral" que, según afirman, se deriva de la gestión de la nueva concesionaria. En un comunicado recientemente, la organización sindical ha subrayado que la adjudicación a Setex Aparki fue concedida a pesar de que su oferta económica era la "peor de las tres presentadas" y que se trataba de una "oferta temeraria" que comprometía las condiciones laborales del servicio.
CNT ha señalado que los despidos se han justificado bajo el pretexto de que los trabajadores afectados no cumplían con ciertos requisitos de antigüedad establecidos en el convenio colectivo. Sin embargo, la organización sindical denuncia que esta decisión es una estrategia de la empresa para reducir costes laborales y evitar la subrogación del personal, un derecho recogido en la normativa vigente. Además, sostienen que la empresa ha utilizado criterios arbitrarios para excluir a ciertos empleados, desprotegiendo sus derechos laborales y generando un clima de incertidumbre entre el resto de la plantilla.
Por el momento, el Ayuntamiento de Sevilla no ha ofrecido explicaciones sobre la situación de los trabajadores despedidos ni ha tomado medidas para revisar la adjudicación del contrato. La falta de respuesta institucional se suma a las recientes polémicas que envuelven al alcalde de la ciudad, José Luis Sanz, quien ha sido cuestionado por supuestos gastos excesivos en comidas y copas con dinero público. Esta inacción ha incrementado la tensión entre la plantilla, que teme nuevos recortes y una precarización del servicio.
Un proceso de licitación polémico
Desde un inicio, la adjudicación del contrato a Setex Aparki por 7,5 millones de euros estuvo rodeada de polémica. El Ayuntamiento de Sevilla aprobó la concesión a pesar de que la empresa presentó una oferta anormalmente baja, con una reducción del 25% con respecto al precio de licitación, lo que despertó críticas de los sindicatos y de otras empresas del sector.
Según denunció en su momento IU, este contrato se configuró como "un traje a medida" para Setex Aparki, y el diputado andaluz Ismael Sánchez llegó a advertir sobre una posible prevaricación en la adjudicación. En su análisis del proceso, el parlamentario destacó que la oferta de la empresa se basaba en una previsión de retirada de vehículos inflada y en costes operativos reducidos, lo que podría comprometer la viabilidad del servicio y la estabilidad laboral de los trabajadores.
Una empresa con antecedentes de despidos
La preocupación por la gestión de Setex Aparki no se limita a Sevilla. En Santander, esta misma empresa ha sido denunciada recientemente por UGT tras el despido de cuatro operarios de la grúa municipal, lo que refuerza las sospechas de los sindicatos sobre las prácticas laborales de la compañía.
