Me reconozco desorientado. Como no soy economista, no puedo analizar con la sabiduría de los expertos el aluvión de informes, estudios, dictámenes y estadísticas que recibimos casi a diario, pero los leo con detenimiento y últimamente me han sumergido en una confusión superlativa propia de mi ignorancia, claro está. ¿La economía andaluza va bien, regular o mal? Si escuchamos al Gobierno de la Junta de Andalucía, nuestra tierra está disfrutando del “milagro económico andaluz” gracias a las políticas del presidente Juanma Moreno. La Junta se sustenta en la creación de empleo de los últimos años, en que las exportaciones y el turismo baten records, en que lideramos el número de autónomos en España y que la economía andaluza creció en 2024 un 3,3%, una décima más que el conjunto del país, según el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA).
Ahora bien, todos estos asideros en los que se agarra San Telmo para asegurar que la economía andaluza va como un tiro se topan con otros datos que cuestionan un escenario tan bondadoso. El más contundente es la estimación de la autoridad independiente de responsabilidad fiscal Airef, que sostiene que Andalucía, con una tasa del 2,9%, es la comunidad autónoma de España con el menor crecimiento interanual del PIB en la economía del país el año pasado.
Asimismo, seguimos liderando las tasas de desempleo en el país, por segundo año consecutivo somos el farolillo rojo con la peor renta per capita nacional y los informes de pobreza indican que las desigualdades sociales no sólo no se recortan, sino que aumentan. El riesgo de pobreza en Andalucía se sitúa en 2024 en el 35,6%, la tasa más alta de España y casi 10 puntos por encima de la media nacional del 25,8%, según la Encuesta de Condiciones de Vida publicada este pasado jueves por el Instituto Nacional de Estadística. A ello hay que añadir que 8 de los barrios más pobres de España son andaluces de Sevilla, Málaga y Córdoba, y que muchos economistas discrepan que sea un signo de prosperidad el incremento del número de autónomos porque avisan que en muchas ocasiones son desempleados que no encuentran trabajo y emprenden en una situación desesperada sin apenas recursos y con muchos visos de fracasar.
Así las cosas, ante el chaparrón de datos contrapuestos y casi en las antípocas, me pregunto con el deseo de que la Junta de Andalucía tenga razón y me saquen de mis dudas: ¿Cómo va la economía andaluza?