Se va este 2024 y toca hacer un repaso somero de lo que, a grandes rasgos, ha deparado este año para Alcalá la Real. Los últimos doce meses nos dejan una extensa crónica, en la que no han faltado los sucesos, las páginas de tribunales, el descontento social y algunas que otras alegrías. Allá por febrero nos encontrábamos con las primeras movilizaciones por parte de los agricultores, que en sus protestas por la crisis del campo cortaban incluso la N-432, provocando importantes retenciones. Una forma de visibilizar los graves problemas que atenazaban y siguen atenazando el sector. Pero el descontento no ha venido solo del campo. En el terreno de la educación, la asociación de padres del colegio José Garnica alzaba su voz en marzo en protesta por la supresión de plazas de educación infantil en el centro. Llegarían a recoger más de 4.000 firmas en defensa de la educación pública en Alcalá, en un retroceso que parece imparable en los últimos años. Mayo se estrenaba con el derrumbe de parte del muro perimetral del Hospital de Alcalá, hecho que, aparte del inevitable susto, ha traído polémica a vueltas del emplazamiento que, en su día se eligió para construir dicho centro sanitaria y por el coste -de entre 4 y 5 millones de euros según se anunció en su momento- que están teniendo las obras para su reconstrucción y mejora.
Otro de los grandes frentes de este año ha sido el deterioro de la sanidad pública, que está viviendo uno de sus episodios más dolorosos en el área de Salud Mental del Chare, donde se han cumplido más de tres meses de ausencia de la psiquiatra. Este menoscabo en la atención a los pacientes puede calificarse de alarmante, hasta el punto de que, recientemente, el PSOE ha llevado al defensor del pueblo la situación. En una zona sensible como es Alcalá, con un problema en torno al suicidio y la depresión por todos conocido, la carencia de recursos y la falta de un seguimiento adecuado debido al continuo cambio de profesionales -cuando los hay- era destacada en estas mismas páginas en la entrevista realizada a Francisco López, del grupo de apoyo Gama.
Densa es, igualmente, la crónica de sucesos y tribunales que nos deja este 2024. En junio, y tras más de dos años, llegaba por fin el juicio a Nazzaryn, el acusado de asesinar a la joven Khawla, en febrero de 2022. El jurado popular le declaraba, por unanimidad, culpable de asesinato y agresión sexual. Unas semanas después, desde la Audiencia Provincial, la sentencia rubricaba la primera prisión permanente revisable dictada en la historia de la provincia de Jaén, una condición pionera de la que nunca hubiéramos querido ser protagonistas en Alcalá la Real. Pero, como podemos comprobar, los juicios por muertes violentas en nuestro municipio se han hecho más habituales de lo que nadie podría desear. La prueba de ello es que, hace poco más de un mes, la Audiencia Provincial volvía a acoger otro proceso, en el que se juzgaba esta vez al acusado de acabar con la vida de Paco Zúñiga, quien moría a las puertas de Consolación el 26 de febrero de 2021. El jurado popular declaraba culpable a un hombre de nacionalidad rumana por asesinato con alevosía y sin eximentes ni atenuantes de ningún tipo.
Por desgracia no será el último juicio relacionado con una muerte violenta acaecido en Alcalá la Real que tendrá que pasar próximamente por la Audiencia Provincial de Jaén. La estupefacción volvía a nuestro pueblo el pasado 13 de octubre, cuando en la mañana de un domingo lluvioso, Alcalá se levantaba con la asombrosa al tiempo que alarmante noticia de la muerte por arma de fuego de un joven de 31 años, ya de madrugada, al recibir un disparo en un céntrico pub de la localidad. En ese mismo momento se iniciaba la búsqueda del autor del crimen, que culminaba cinco días después, el 18 de octubre en Italia, con la detención de tres personas, que serían extraditadas a España en el mes de noviembre. Por si fuera poco, y para cerrar esta triste crónica, el pasado día 30 de noviembre se producía un accidente en la carretera de la Carraca y que daba como resultado la muerte de un hombre que circulaba en bicicleta por dicha vía, siniestro que la Guardia Civil investiga por un posible delito de homicidio imprudente, al dar positivo el conductor en las pruebas de alcohol y drogas.
Pero no todo puede ser malo. Tras la tragedia por las inundaciones de Valencia, la ola solidaria que se extendió por España para ayudar a las víctimas tuvo en Alcalá la Real una muestra inequívoca. La movilización para recolectar todo tipo de ayuda -alimentos, ropa, productos de limpieza, herramientas- destinados a los afectados, superó todas las expectativas.
Este repaso al año que se acaba tampoco puede terminar sin destacar unos cuantos nombres propios. La gran pintora alcalaína Dolores Montijano moría el 27 de febrero a los 90 años. En el terreno deportivo, en octubre anunciaba su retirada uno de los grandes emblemas del deporte en Alcalá, como es Mari Ángeles Ruíz Castillo. Y, en junio, Mónica Rufián nos daba una gran alegría al terminar segunda, con España, en el Campeonato Internacional de Jóvenes Panaderos celebrado en Reikiavik. Un toque de sabor dulce para un año que nos deja, en general, un regusto amargo.
