El año 2024 ha registrado al menos 1.107 fallecidos en vías interurbanas a fecha 17 de diciembre, cuando en el mismo periodo de hace justo un año (del 1 de enero al 17 de diciembre de 2023) el número de muertos en las carreteras ascendía a 1.092. Esto supone una diferencia de 15 pérdidas humanas y, en términos porcentuales, de un 1 por ciento.
Además, a estas cifras hay que sumar los fallecidos registrados durante la Operación Especial de Tráfico con motivo de las fiestas navideñas y deesde que comenzó el periodo navideño el pasado 20 de diciembre y hasta el 26, un total de 28 personas han fallecido en siniestros de tráfico, lo que eleva la cifra a 1.135 muertos.
Así lo registran los datos provisionales de la Dirección General de Tráfico (DGT) contabilizados a 24 horas (las muertes en las 24 primeras horas del siniestro). En 2020 el número de personas fallecidas en carreteras españolas se situó por primera vez por debajo de las 1.000 víctimas, con 975, lo que supone una reducción del 21% respecto a 2019. Sin embargo, hay que tener en cuenta que 2020 estuvo marcado por la reducción de los desplazamientos de largo recorrido por las restricciones de movilidad impuestas a causa de la pandemia de COVID-19.
Desde 2004, la siniestralidad en carretera ha ido descendiendo de manera continuada en España, pasando de los casi 3.500 muertos a menos de 1.200 en el último lustro. Si bien, desde 2013 las cifras, aunque han ido descendiendo, han sido muy similares, con 1.134 muertos en 2013, 1.132 en 2014 y 1.131 en 2015, siendo este último año el que menos muertos registraba hasta entonces.
A partir de 2015 el número de fallecidos comenzó a aumentar: 2016 contabilizó 1.161 muertos, mientras que 2017 registró todavía más, 1.198 muertos. No obstante, el 2018 finalizó con 1.188 fallecidos, una decena menos que el año anterior, revirtiendo así la tendencia al alza de los dos años anteriores, y 2019 marcó el registro histórico de 1.057 muertes, la cifra más baja de la historia antes de la llegada de la pandemia.
En 2020, el número de personas fallecidas se situó por primera vez por debajo de las 1.000 víctimas, con 975, lo que supone una reducción del 21% respecto a 2019; mientras que en 2021 volvió a superar el millar de fallecidos. En 2022 perdieron la vida en las carreteras 1.148 personas y en 2023 hubo 1.140 fallecidos.
El ejercicio 2024 comenzaba con una alerta de la DGT ante el incremento de fallecidos en siniestros viales durante el mes de enero: Se registraron 82 siniestros de tráfico mortales en los que fallecieron 93 personas, 18 más que en el mismo mes del año anterior. Los motoristas fallecidos fueron el colectivo que más incrementó la siniestralidad con 24 fallecidos, 10 más que en enero de 2023.
El primer trimestre continuó en la misma línea, con 261 personas fallecidas, 36 personas más que en el mismo periodo del año anterior, un incremento de un 16 por ciento en unas estadísticas en las que la variación normal de la siniestralidad vial oscila en un más/menos 5 por ciento.
MEDIDAS PUESTAS EN MARCHA
Ante este escenario, el Gobierno puso en marcha un paquete de medidas para tratar de cambiar la situación. "No podemos permanecer impasibles, es imperativo romper esta tendencia al alza de la mortalidad vial", explicaba el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska: "y por ello solicité a la Dirección General de Tráfico que analizara los siniestros para identificar qué había ocurrido durante los tres primeros meses del año" y, a partir de ese diagnóstico, elaborar un plan de choque con medidas concretas a ejecutar de manera inmediata.
Entre otras medidas, el Ministerio del Interior instaló nuevos radares; aumentó la plantilla de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, la vigilancia en autovías y autopistas, los controles de alcohol y drogas; y la vigilancia sobre los motoristas y el transporte profesional.
En cuanto a la normativa, el Gobierno aprobó un nuevo Reglamento de Vehículos Históricos, que considera vehículos históricos a aquellos fabricados o matriculados por primera vez hace 30 años como mínimo. También lo son los incluidos en el Inventario General de Bienes Muebles del Patrimonio Histórico Español, o declarados de interés cultural y los que revistan un interés especial. El nuevo reglamento, en vigor desde el 1 de octubre, establece el uso de los vehículos históricos como ocasional y en ningún caso como medio de transporte cotidiano para minimizar su impacto medioambiental.
También aprobó una nueva Orden Ministerial que actualiza los cursos de recuperación de puntos del permiso de conducir: Se reestructuró y revisó el contenido, así como de la duración de los cursos; se crearon nuevos perfiles infractores para la impartición de la parte específica de los cursos; se incluyó como obligatorio la intervención de una víctima de un siniestro vial en la parte común: y se aumentó el tiempo destinado a las dinámicas de grupo por considerar que los alumnos interiorizan mejor los mensajes.
LO QUE VENDRÁ EN 2025
Para el 2025, esta pendiente la regulación sobre el límite máximo de alcohol permitido en la conducción, despues de que este año el Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso haya registrado su Proposición de Ley sobre la reducción de la tasa máxima de alcohol en la conducción y la prohibición de la difusión de la ubicación de controles en redes sociales.
La iniciativa modifica el texto refundido de la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial. En el texto, al que ha tenido acceso Europa Press, se añade el apartado 7 al artículo 13, por el que se prohíbe la difusión por cualquier medio, público o privado, de todo dato o información relativa a la ubicación de controles policiales de alcohol y drogas, así como de cualquier otro establecido por razones de seguridad vial.
En este sentido, defienden que una sociedad democrática avanzada "no puede ni debe tolerar la existencia de grupos organizados que utilizan las redes sociales y las aplicaciones de mensajería instantánea para teléfonos móviles, como instrumento para proteger la impunidad de una minoría de personas conductoras peligrosas y contumaces, frecuentemente causantes de siniestros viales, mediante la difusión de avisos cuyo contenido advierte de la situación de dichos controles policiales, en especial de los de alcohol y drogas, con la finalidad de que puedan evitarlos".
Por otro lado, se añade el párrafo z4) al artículo 76, que considera infracciones graves conducir con tasas de alcohol superiores a 0,1 miligramos por litro de aire espirado o 0,2 gramos por litro en sangre, hasta 0,25 miligramos por litro de aire espirado o 0,5 gramos por litro en sangre. Las infracciones cuando la tasa de alcohol exceda la permitida serán sancionadas con multa de 1.000 euros.
En España, según un informe del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses, el 33% de los conductores fallecidos en accidentes de tráfico presentaban resultados positivos de alcohol en sangre y también el 29% de los peatones fallecidos. Según otro informe de la Fiscalía General del Estado, en el año 2023 se registraron 50.071 condenas penales por conducir con altas tasas de alcohol. Por otra parte, en las pruebas de alcoholemia realizadas a conductores implicados en siniestros de tráfico en el primer semestre del 2024, el 5,61% dieron resultados positivos.
"Las investigaciones disponibles demuestran que el consumo de alcohol, aun en cantidades relativamente pequeñas, aumenta la probabilidad de que se produzca un accidente y también empeora la gravedad del accidente. Los conductores con una tasa entre 0,05 y 0,25 miligramos por litro de aire espirado (0,1 y 0,5 gramos por litro en sangre) tienen hasta tres veces mayor riesgo de accidente mortal, cuando se les compara con conductores sobrios", señala el PSOE, que recuerda que las actuales tasas datan de hace 25 años.