Los tres pasos de la Hermandad de los Dolores del Cerro del Águila, acompañados por casi dos mil nazarenos, llegaron al centro de Sevilla atravesando grandes avenidas como Ramón y Cajal, la Enramadilla o Carlos V.
Bajo un cielo de nubes y retales azules, con presencia de algunas gotas de lluvia, la cofradía avanzaba a buen ritmo, ganando metros a su largo recorrido, uno de los más extensos de toda la Semana Santa de Sevilla.
El Nazareno de la Humildad, el Santísimo Cristo del Desamparo y Abandono y Nuestra Señora de los Dolores, llenaban estos grandes espacios de la ciudad, al son de cornetas y tambores, acompañados siempre por su barrio.
El 21 de marzo de 1989, la hermandad del Cerro hizo su primera estación de penitencia a la Catedral de Sevilla. Desde entonces, el barrio vive el Martes Santo como un día festivo, y no duda en arropar a su cofradía en su camino de ida y vuelta.