La rama militar de la empresa automovilística Santana Motor S.A de Linares (Jaén) comienza mañana el año con un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) por tercer año consecutivo, que en esta ocasión afecta a 358 trabajadores.
Así lo informó a Efe el secretario general de la Federación de Metal y Construcción de UGT en Jaén y trabajador de Santana, Gabriel Aleo, quien agregó que afrontan 2011 "un poco apesadumbrados", ya que el tiempo va pasando y las soluciones no llegan.
Los trabajadores, que aceptaron el ERE para 235 días, ante la falta de carga productiva, recibirán el 86 por ciento del salario y el cien por cien de las pagas extraordinarias.
El miércoles, el comité de empresa solicitó una reunión oficial "con carácter de urgencia" ante la dirección de la empresa que preside Bienvenido Martínez, de la que es accionista mayoritaria la Junta de Andalucía y única con capital cien por cien español.
Los trabajadores quieren que les informen sobre la situación de las negociaciones que se están llevando a cabo para la llegada de un nuevo socio inversor y sobre la opción de compra que la multinacional Iveco tiene sobre Santana y cuyo plazo expira hoy.
Aunque el ERE, aprobado a principios de diciembre, afecta de forma directa a la rama militar de Santana Motor, influirá en unos 1.200 trabajadores, ya que en el parque de proveedores se produce una "reacción en cascada".
La factoría de Santana acumulaba un bajo registro anual de 569 unidades, un 44,6 por ciento inferior a los 1.028 del periodo enero-septiembre de 2009, si bien en octubre llegó a 105 unidades, un 123,4 por ciento de crecimiento en términos interanuales, según las asociaciones automovilísticas de fabricantes (Anfac) y vendedores (Ganvam).
El Gobierno andaluz ha señalado en varias ocasiones que se encontrará un socio industrial para la factoría y ha afirmado que se va a seguir trabajando en este sentido, mientras el secretario general de UGT-A, Manuel Pastrana, ya dijo que esperaba que entre enero y febrero hubiese una "solución positiva" al problema.
Los mismos trabajadores suspendieron en noviembre las movilizaciones que habían comenzado y acordaron un calendario de encuentros para hacer un seguimiento de la situación.