Familias, jóvenes y voluntarios han recaudado 2.800 firmas en cuatro días
Un total de 2.800 firmas han sido las que jóvenes, familias y voluntariado del Hogar La Salle han recogido durante los últimos cuatro días para evitar el cierre de los programas de la entidad. Formación, graduados o acogida son algunas de las labores principales que desempeña diariamente el Hogar de La Salle y que ahora, con la falta de subvenciones económicas, corren el peligro de desaparecer.
Por este motivo, todos los que forman parte de la organización se han movilizado, expresándole su inquietud al pueblo jerezano. En el día de ayer, y tras conseguir estas firmas, voluntarios y jóvenes que forman parte de la organización acudieron a la oficina de atención al ciudadano de Jerez, para como dijo Mari Luz Gómez, una de las voluntarias del Hogar La Salle, “hacer la entrega de firmas a la alcaldesa y ver si tenemos una respuesta económica”.
Su intención es que las distintas administraciones y corporaciones locales apoyen económicamente a la entidad, asegurando de este modo su continuidad o, por lo menos, “que medie en la medida de lo posible”, afirmó Mari Luz.
Hasta el día de hoy, el Hogar La Salle sobrevivía a través de subvenciones y ayudas por parte de la Junta de Andalucía. “Teníamos contratadas a cuatro personas que son asistentes sociales, educadores sociales, psicólogos y el resto del personal voluntario”, explicó la portavoz del grupo de jóvenes, familias y voluntariado. Asimismo, apuntó que “sin la ayuda económica, es imposible salir adelante”.
Actualmente, el Hogar La Salle cuenta con un colectivo compuesto de 97 jóvenes, entre los cuales se encuentran inmigrantes en un centro de acogida. Además, destaca la importante labor social que desempeña la entidad, ya que en su seno se llevan a cabo programas y talleres de formación entre los que hay graduados, carpintería o cursos de peluquería, así como un centro de día en el que se acercan diariamente los jóvenes a pedir respuestas y a plantear distintas cuestiones. Por este motivo, jóvenes, familiares y voluntarios han pedido apoyo a la ciudadanía jerezana ya que necesitan “que alguien escuche y que este centro no se cierre”.
Asimismo, la portavoz del Hogar La Salle sostuvo que las repercusiones más negativas serían que estos jóvenes, que ahora mismo están aprendiendo un oficio y formándose, “estarían en las calles y en las plazoletas sin saber qué hacer ya que son chavales que vienen expulsados de institutos y que vienen con una problemática de fondo muy importante”.
También destacó el hecho de que a través de los programas que se están llevando a cabo, se está posibilitando que estos jóvenes accedan al mercado laboral. “Hay chavalas que están trabajando en el taller de peluquería y se han colocado en dos peluquerías de Jerez, entonces pues está siendo eficaz”.
Por eso, han pedido a todos los jerezanos su colaboración y participación y ahora solicitan que sean las Administraciones públicas locales las que se impliquen.