El tiempo en: Alcalá la Real
Viernes 05/07/2024  

Doce vuelos cancelados y más de mil afectados en Jerez

Pasadas las cinco de la tarde partió el primer avión desde el aeropuerto para Mallorca

  • Pasajeros esperan en el Aeropuerto de Jerez. -
Una chica que viajaba para ver a su madre enferma, otra joven que iba a ir a Nigeria a pasar unos días con su familia, un grupo de turcos que pretendía regresar tras un intercambio cultural en la zona... Así hasta más de mil historias de todas las personas que se vieron ayer afectadas en el Aeropuerto de Jerez por el caos generado por los controladores aéreos. Joan, Doris, Miguel o Lisa. Nombres anónimos marcados por las circunstancias históricas que se vivieron ayer en toda España. En Jerez se cancelaron doce vuelos hasta que pasadas las cinco de la tarde se restablecía, con el condicionante de la crisis aérea, el tráfico con la salida de un avión para Mallorca. Pero con este vuelo no desaparecía la espera de otros muchos afectados que seguían sin saber anoche la hora y fecha de las salidas de sus vuelos.

Por la mañana, Iberia informaba a sus pasajeros en el aeropuerto de que se había visto obligada a cancelar todos sus vuelos hasta las seis de la mañana de hoy debido al cierre del espacio aéreo español. La compañía aérea pedía a los clientes que no acudiesen al aeropuerto porque iba a ser imposible atender a todo el mundo. Iberia se comprometía a realizar cambios sin penalización y rembolsos sobre los billetes emitidos. Otras compañías mantenían la incógnita entre sus clientes. de lady gaga a nigeria El aeropuerto, en apariencia, parecía en calma. En los paneles electrónicos se anunciaban las salidas previstas, pero todas estaban canceladas. Las colas sí que se fueron reproduciendo en las ventanillas de las compañías aéreas.
 
Las hojas de reclamaciones se agotaron. Una familia se desplazó temprano junto a su hija con la intención de partir a Barcelona. El viaje era un regalo para que la chica pudiera ver a su artistas favorita, Lady Gaga. “No hay derecho a esto. Han cogido los días oportunos para fastidiar a los ciudadanos”, confesaba el padre. Iban a viajar con Vueling, desde donde le comunicaron que le cambiaban el billete o le reimportaban el dinero. “¿Y qué pasa con el dinero de los hoteles y de las entradas del concierto?”. Un grupo de turistas que habían estado conociendo la ciudad llevaba más de un día esperando la salida de su vuelo. El mismo estaba previsto para las tres de la tarde del viernes. Incluso habían embarcado, pero se quedaron en tierra. La compañía con la que viajaban les facilitó la estancia nocturna en un hotel, pero la indignación no había desaparecido. Entre la gente que se iba a desplazar hasta las Islas Baleares se encontraba una joven que tenía pensado aprovechar el puente para ver a su madre. “Hace seis meses que no la veo y ahora estoy aquí sola en el aeropuerto. No nos dicen nada. Y no tengo dinero para quedarme en ningún lado”.

Muchos aprovechaban el tiempo de espera para contactar con sus familiares. “Nos han dicho que en el aeropuerto de Palma también hay un caos total”. Viajeros por placer, por estancia vacacional... y por necesidad, como la de un hombre que tenía una consulta para la tarde de ayer en Barcelona. Hacia ocho meses que tenía la cita. Cancelado su vuelo, la única opción para no perder la visita era hacer el trayecto en carretera, con el riesgo de no llegar a tiempo. Y más temas médicos. Una pareja tenía previsto el desplazamiento a Barcelona para ver a un familiar enfermo. “Mi nuera está en vilo porque tiene una gran preocupación por su madre. Ella se iría enganchada en el ala del primer avión que saliese. Su madre está mala y necesita estar allí”. Muchos de los afectados planeaban una alternativa, marcharse en tren, pero las consultas en Renfe se saldaban con una respuesta negativa por el overbooking provocado por el caos aéreo. Las reclamaciones no cesaban. Y tampoco las protestas contra los políticos. “Después de esto tiene que cambiar de una vez este gobierno”. Los controladores no se libraban. “Saben que pueden estrangular por su posición al país y se han aprovechado de esta circunstancia para fastidiarnos a un montón de gente. A esto no hay derecho”.

Un grupo de 17 farmacéuticos, que se disponían a tomarse unos días de descanso en Egipto, se reunía dentro de las instalaciones del aeropuerto jerezano para buscar una fecha alternativa para realizar el viaje. Algunos trataban de tomarse el asunto, las horas de espera, con filosofía. Otros habían decidido regresar a casa o buscar hoteles desde donde permanecer esperando las nuevas noticias. Tres estudiantes norteamericanas, que están estudiando en la provincia, no salían de su asombro. “No entendemos qué es lo que está pasando. Esto no es normal”, comentaban a este medio. Una chica africana salía de las instalaciones del aeropuerto totalmente indignada. Su amigo, más calmado, explicaba su problema. “Iba a viajar a Lagos (Nigeria) para ver a su familia y ahora está en esta situación. Ha llamado a un amigo para ver si se puede quedar en su casa”.

Con otra barrera más, la del idioma, también se toparon unos turcos que iban a regresar para Estambul con escala previa en Madrid. Cancelados todos los vuelos, el mundo se les vino encima. Una servicial pareja les ayudaba con las reclamaciones. “No les ofrecen ni autobús ni tren para llegar al menos a Madrid. No entienden el idioma y están sin dinero”. Las pérdidas económicas fueron cuantiosas. En Jerez, los taxistas perdieron ayer unos 8.000 euros, según Miguel Ruano, el presidente de la Federación Andaluza de Taxistas. Jerez también esperaba a cantidad de turistas durante el puente. A lo largo de hoy se espera una mejoría de la situación, pero las historias en la terminal no serán fáciles de olvidar.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN