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Alertan de los riesgos de salud por consumir uvas de mesa robadas

Se llevan una media de entre 50 y 100 kilos al día y la venden con los componentes químicos

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  • Pese a poner tres turnos de vigilancia, en Torrebreva no saben cómo zanjar estos delitos -
Después de tener contratados hasta tres turnos de vigilancia y acumular una pila de denuncias dirigidas tanto al Ayuntamiento como a la Policía, el Grupo Torrebreva no sabe a quién recurrir para evitar los “históricos” robos que sufren sus explotaciones de la carretera Munives, que cada año se repiten por estas fechas al ser plena temporada de recolección, si bien en la actual se han intensificado más que nunca debido a la crisis económica y una mayor duración de la campaña.Tal y como denuncia el gerente del grupo, Manuel Villagómez, más que las pérdidas económicas, teniendo en cuenta que se llevan una media de entre 50 y 100 kilos diarios, y los destrozos materiales, pues irrumpen en el interior forzando puertas, lo que más les preocupa es que “ocurra una desgracia”, dado que las uvas están en pleno tratamiento con productos químicos. “Estos días estamos tratándolas y sólo para eso se necesitan trajes especiales y después hay que esperar entre siete y nueve días para venderlas”.

El problema, como denuncia, es que en este grupo saben de sobra quienes son los autores y cómo se ganan la vida. De hecho, incluso los han pillado in fraganti, lo que tampoco ha evitado que vuelvan a reincidir al día siguiente. “Como lo máximo de lo que le van a acusar es de una falta, te lo dicen claramente, que vienen otro día y te los ves al día siguiente; “se ponen en el Mercado, en la calle Ancha y en la Plaza del Cabildo y las venden a 2 euros, y se ganan un jornalito de entre 100 y 200 euros diarios y en algunos casos hasta dicen que son de Torrebreva, pero el problema es la reacción que le puede provocar a una persona que las tome porque no pasan ningún control”, señala. Unas reacciones adversas difíciles de precisar pero que pueden ir desde vómitos hasta fuertes dolores de cabezas. “Nuestros productos pasan distintos controles y a lo más mínimo te las echan para atrás, imagínate lo que puede provocar el consumirlas con los productos químicos que llevan”. Lo peor de todo, es que además de los riesgos de salud, ni siquiera resultan más económicas. “En cualquier supermercado son más baratas”, sentencia.

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