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Conil

5 de diciembre, Día Internacional del Voluntariado

La joven estudiante conileña Ana Rocío Ureba nos cuenta su experiencia personal colaborando de forma voluntaria con la asociación local AHÍNCO.

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  • Ana Rocío Ureba.

Hola, soy Ana Rocío, tengo 15 años, vivo en Conil y estudio 4º ESO en el IES la Atalaya. Desde hace unos meses participo como voluntaria con la asociación AHÍNCO (Asociación Conileña para la Integración de Personas con Discapacidad) El objetivo principal de esta asociación es orientar y apoyar a las familias.

¿Cómo empezó todo? Desde que iniciamos un proyecto en el instituto en el que nos carteamos con personas con discapacidad me empezó a llamar mucho la atención el poder ayudar a la gente y comencé a interesarme por este tema. Me motiva sobre todo saber que puedo ayudar a alguien que lo necesita. Participar en el voluntariado con AHÍNCO fue una idea personal y por supuesto en casa cuando conté la idea mis padres me animaron a que siguiese adelante.

Descubrí la asociación gracias a una noticia que encontré en la que se anunciaba la fiesta para recoger fondos y necesitaban voluntarios. Contacté inmediatamente con ellos y estuvieron de acuerdo en que participara. La verdad es que no llevo mucho tiempo en esto, solo he realizado una actividad de voluntariado aunque espero que sea la primera de muchas ya que me encantó la experiencia.


Ese día me asignaron la ludoteca infantil. Yo debía encargarme de niños de entre 1 y 10 años, realizando con ellos distintas actividades y juegos, desde colorear a leer un cuento. Básicamente mi responsabilidad era tener a todos controlados, entretenidos y hacerles pasar un buen rato. Lo que más me gustó de esa mañana, sin duda fue estar con ellos, jugar y poder sacarles una sonrisa. Son personas tan cariñosas que es imposible no querer pasar tiempo con ellas.

Lo primero que tiene que tener un voluntario es interés. Acercarse por la asociación y apuntarse para que le llamen cuando surjan actividades en las que se necesite ayuda o bien estar atentos a los anuncios que van apareciendo en las redes sociales.

Sinceramente creo que en este tipo de actividades es mejor colaborar de forma voluntaria. Si vas por decisión propia quiere decir que realmente te llena, es algo que has decidido tú y vas a tratar a los niños mejor que si vas obligada o sin creer firmemente en ello.

Creo que haber realizado este voluntariado ha hecho que defina más mis ideas sobre lo que verdaderamente me llena y a lo que me gustaría dedicarme en un futuro. Estas actividades te ayudan a crecer y a convertirte en mejor persona, aunque tengan su lado difícil. Yo por ejemplo, soy una persona muy sensible, lloro con facilidad y sé que si trabajo a menudo con personas con dificultades va a ser difícil retener las lagrimas muchas veces. Pero bueno, es algo que creo que poco a poco iré mejorado también.​

Por supuesto tengo pensado realizar más voluntariado en cuanto tenga otra oportunidad y me encantaría que alguna amiga/o mío probara esta experiencia porque es algo fabuloso: Te hace sentir bien contigo misma y con tu alrededor y lo más importante, en la mayoría de los casos haces feliz a otra persona que lo necesita

Aquí en Conil hay varias opciones para realizar actividades de voluntariado social: AHINCO, a través de la asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer, en los distintos proyectos que desarrolla Cruz Roja en la localidad, o colaborando en la recogida de alimentos en las jornadas programadas por Cáritas y el Banco de Alimentos de Cádiz.

El próximo 17 de diciembre el IES Los Molinos se volcará de lleno para conmemorar este día y celebrar su I Jornada Voluntaria. “Es importante saber qué pasa a nuestro alrededor, concienciar sobre el día a día de muchas personas y visibilizar la gran labor que mucha gente hace. Los voluntarios y voluntarias dejaránde ser personas invisibles -de las que todo el mundo ha oído hablar, pero no siempre ha podido llegar a conocer- y visitarán el centro para exponer de primera mano la realidad de muchas personas. Experiencias, proyectos, historias y vivencias que acercarán al alumnado a situaciones cercanas y no tan cercanas, a entender qué pasa a unos metros de donde estamos pero también a kilómetros y que seguro avivarán esa chispa de generosidad interior que todos tenemos” nos cuenta María Moreno, coordinadora de Escuela Espacio de paz del IES Los Molinos.

 

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Alumnos del IES La Atalaya e IES Los Molinos participan con sus trabajos con el periódico Viva Conil divulgando sobre ciencia y otros temas importantes en su realidad cotidiana. En esta ocasión ha sido redactado por Ana Rocío Ureba 4º ESO IES La Atalaya.

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