El tiempo en: Alcalá la Real
Publicidad Ai
Publicidad Ai

Alcalá la Real

Elías Valverde y Beatriz López, jóvenes promesas del violonchelo

Los dos alumnos alcalaínos obtienen las dos mejores notas de acceso en dicho instrumento para el conservatorio Ángel Barrios de Granada

Publicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai Publicidad AiPublicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai Publicidad Ai Publicidad Ai
  • Juan Aguilera Cerezo, junto a Beatriz López y Elías Valverde. -

Tienen doce años y acaban de obtener la primera y segunda mejor nota de acceso en violonchelo para los Estudios Profesionales de Música en el Conservatorio Ángel Barrios de Granada. Seguramente una muestra más de que Alcalá la Real ha sido y es una tierra con fuerte arraigo musical y cantera de nuevos talentos. Ambos, además, coinciden en destacar el papel que, en esta prometedora trayectoria, ha jugado su profesor, el futuro director del Conservatorio Elemental de Música de Alcalá, Juan Aguilera Cerezo.

Elías Valverde: “El violonchelo me eligió a mí”

Preguntado por el origen de su afición por la música, Elías nos cuenta que “en casa siempre he escuchado música  y mi madre siempre anda canturreando algo, mi abuelo es muy aficionado a la guitarra española; toca de oído, es autodidacta y cada vez que se reúne la familia toca algo y a mí siempre me ha atraído la idea de poder tocar un instrumento y acompañarlo. Sin duda, es mi referente, me ha transmitido su pasión por la música”.


En cuanto a su elección por el violonchelo, reconoce que “cuando hice las pruebas para el conservatorio elemental, había que rellenar una solicitud y poner por orden los instrumentos que deseabas aprender a tocar. Yo puse primero los instrumentos de cuerda y el violonchelo, creo recordar, que era el segundo instrumento al que me inscribí. Así que creo que el violonchelo fue el que me eligió a mí. Y desde luego ha sido lo mejor que me ha pasado”.

Respecto a su paso por el Conservatorio de Alcalá, “aquí he aprendido a amar más la música, me gusta lo que me hace sentir cuando toco. Los profesores han sido muy importantes porque gracias a ellos he llegado hasta aquí, en especial mi profesor  de chelo, Juan, porque vio en mí potencial y ganas de aprender y ha sabido motivarme y enseñarme y poner en mi el deseo de seguir estudiando”.

En relación con su futuro, reconoce que “al principio de este curso hice las pruebas para la Orquesta Escuela de Granada (OEG), y para la Joven Orquesta Allegro de Bailén, y me admitieron en las dos, aunque la verdad no me lo esperaba. Durante un tiempo pude compaginar las dos pero al  final tuve que elegir porque a veces me coincidían los ensayos, así que hoy por hoy  pertenezco a la OEG de Granada. Como experiencia es fabuloso, desde que comencé con ellos me gusta la idea de tocar en grupo también, así que en un futuro podría tocar en orquesta o en solitario o ser profesor, no tengo claro qué, pero seguro que algo así”.

Beatriz López, cuando la música viene de familia

En el caso de Beatriz López García, la afición por la música nace hace unos cinco años “porque en mi familia hay tres músicos: mi prima Adriana que toca el chelo, mi primo Adolfo que toca el violín y mi tita Marieta, que es profesora de piano en el Conservatorio Superior de Córdoba”. De este entorno musical arranca también el hecho de que haya optado por el chelo. “Yo oía a mi prima Adriana tocarlo y cada vez me iba gustando más. Ahora pienso que es mi instrumento preferido”. Sin embargo, sus aficiones van más allá de la música. “Los animales me han gustado mucho desde que era muy pequeña. Toda clase de animales. También me encanta hacer deporte, sobre todo el tenis. Hace algunos años mi madre me apuntó a clases en la escuela de tenis, e incluso he llegado a federarme y a jugar algún torneo. Otra cosa que me encanta es cantar”. Tal vez esto nos ayude a entender por dónde le gustaría que fuera su futuro profesional: “En un futuro me gustaría ser psiquiatra o veterinaria, y si quiero continuar con el chelo pues seré chelista!”

Juan Aguilera Cerezo: “Alcalá la Real merece un conservatorio profesional”

A la hora de hablar de los que han sido sus alumnos, su profesor, Juan Aguilera, lo hace en términos que a veces rayan la emoción y desde luego, les retratan en lo más profundo. “Beatriz y Elías son alumnos tremendamente diferentes entre sí. Ambos han tenido una evolución enorme a lo largo de los cuatro cursos que han estudiado conmigo, pero no por los mismos caminos ni procedimientos. De Beatriz, destaco su espontaneidad, su naturalidad y su imprevisibilidad. El instrumento se adapta perfectamente a su físico, de una manera que parece absolutamente sencilla. De Elías, por su parte, destaco la enorme carga emocional que siempre ha puesto en todo lo que ha tocado, derivada de un compromiso espiritual que es innato en él, porque sabe contemplar y asustarse del misterio de la belleza”.

Quizá porque nuestra localidad da talentos como los de Elías y Beatriz, Juan Aguilera es categórico: “Alcalá la Real merece un conservatorio de enseñanzas profesionales porque la localidad más cercana para que el alumnado continué sus estudios es Granada o Jaén, y ello supone dos desplazamientos semanales a dichos lugares, lo cual es un perjuicio y un sacrificio familiar muy importante, algo que es la causa de que muchos alumnos decidan no continuar los estudios de enseñanzas profesionales, pese a estar de sobra capacitados para ello. Es una localidad que demuestra su interés por la música, y además tenemos un radio de actuación muy grande por las 14 aldeas de la comarca. Tenemos suficiente población para justificar una ampliación de nuestra oferta educativa, y contamos con el apoyo de un AMPA muy colaboradora y con un Ayuntamiento que ha demostrado siempre una voluntad de protección hacia nuestro centro”.

“Desde hace muchos años, se congeló el número de plazas que Consejería de Educación concede a nuestro centro para entrar a nuestras enseñanzas. Un total de 24 plazas, pero insuficientes para el número de solicitudes que recibimos, que generalmente ronda el número de 50, salvo años excepcionales. Ello implica dejar fuera a muchos niños que, pese a tener aptitudes, no pueden estudiar en nuestro centro. Como ya he dicho, otro condicionante enorme para nuestros alumnos es que, para continuar el siguiente ciclo de enseñanzas profesionales, deben desplazarse a Granada o Jaén, lo cual suele plantear dificultades familiares. De los 24 alumnos que entran en primer curso, solo un 30% continúan en enseñanzas profesionales, por las razones antes expuestas, y una ampliación de nuestra oferta educativa seguro que haría que ese porcentaje fuera muchísimo mayor”, concluye.

 

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN