La Casa de la Cultura parece haber encontrado la perfecta síntesis de cómo unas supuestas mejoras, incomprensiblemente, se retrasan y dejan sin servicio a un espacio demandado por estudiantes y usuarios en una ciudad que precisamente no sobran espacios para el estudio.
El tortuoso camino dio comienzo en 2010, sí, hace ya siete años en los que el edificio ha sido objeto de vicisitudes que lo han dejado sin uso y ante unas prometidas obras que a día de hoy se mantienen inconclusas.
A lo largo de estos siete años, las obras de adecuación y mantenimiento terminarán con la puesta en uso de un proyecto que se ha ido demorando con el paso del tiempo. De entre las fechas que se barajaban en las, al parecer, obras finales, se otorgaban tres meses. Eso ocurrió en febrero, cuando se anunció.
La biblioteca y la sala de estudios cuentan con una inversión municipal de 130.000 euros y se suma a la que realiza Diputación a través del Plan Invierte, de más de 44.500 euros.
A lo largo de este más de un lustro, no han sido pocos los planes con los que se ha vinculado a ésta, desde Plan Profea, que se canaliza a través de la Diputación Provincial de Cádiz hacia el Ministerio, al Plan Proteja de la Junta de Andalucía, al mencionado Plan Invierte o a la partida local.
Desde 2014 el inmueble cuenta con materiales y muebles precintados en lo que se entendió iban a ser unas reformas diligentes.
La Casa de la Cultura se suma a la larga lista de infraestructuras que, de una manera u otra, han visto como los atrasos y las previsiones condicionan su puesta de largo imposibilitando su uso.
Una accesibilidad muy inaccesible
Lo que debía haber respondido al acondicionamiento para ser un edificio funcional y accesible, precisamente, con su cierre ha imposibilitado dar respuesta ello. Paradójicamente, barreras arquitectónicas al margen, han servido para entorpecer más si cabe su adaptabilidad a los nuevos tiempos.
Además del problema de las barreras arquitectónicas y salvados los inconvenientes que resultaron, entonces, como la aparición de aluminosis del antiguo salón de actos, que llevó al derribo del mismo.
La adecuación de cuartos de baño, aparcamiento para bicicletas, ascensor, arbolado en su exterior, sala de exposiciones, escalera exterior de emergencia o conexiones a internet, entre las mejoras.