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La población de San Carlos se convertirá en un avispero

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  • La tranquilidad de San Carlos terminará cuando las viviendas de la Casería estén habitadas. -
  • Defensa sufrirá las consecuencias de su negativa a autorizar las nuevas comunicaciones
  • Los vehículos invadirán unas calles que no están preparadas para absorber tanto tráfico

La decisión del Ministerio de Defensa que no permitir la construcción de la Ronda Norte con cuatro carriles por la Población Militar de San Carlos no va a evitar que las miles de personas que fijen su residencia en los pisos de la Casería o de Fábrica San Carlos transiten por delante de los cuarteles.

Por contra, la zona se va a convertir en un embudo que va a dificultar el tráfico tanto civil como militar, con los perjuicios que supondrá para las dos partes el aumento del número de vehículos con las mismas infraestructuras que existen en la actualidad.

Ese mismo problema va a tener esa parte de la ciudad afectada por Defensa al prohibirse la ronda transversal desde Joly Velasco a la Casería y urbanizaciones de Fábrica San Carlos, toda vez que los habitantes del norte de La Isla seguirán utilizándola para llegar a sus domicilios o para salir.


El resultado a esa postura del Ministerio de Defensa es que en ambos sentidos va a aumentar la circulación y que la única forma de absorber esa demanda es con mejores infraestructruras, muy alejadas de las que existen en la actualidad para una actividad propia y prácticamente exclusiva de los militares. 

El Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de San Fernando se ha tenido que aprobar provisionalmente con esos proyectos sin pintar, habida cuenta de que en ambos ejes, horizontal y transversal, emitió informes desfavorables a los planes municipales.

Sin embargo, la ronda de cuatro carriles entre la Casería de Ossio y Gallineras, una vez que esté desafectada la zona de Fadricas, sí se podrá construir, permitiendo una circulación más fluida, al menos hasta Bahía Sur.
Pero el problema no será sólo para Defensa al ver invadida de vehículos civiles la Población Militar de San Carlos, sino también para el Ayuntamiento de San Fernando, ya que la Ronda Norte en cuestión se había pintado sin tener en cuenta que también hay que tener una salida de cuatro carriles desde el Puente de Hierro a Tres Caminos -que no la va a tener, al menos por ahora- y otra desde Bahía Sur hasta la Variante, que no es posible por la propia configuración de la zona. O sea, en ambos casos se trata de crear una arteria que acogerá más tráfico del que puede salir de ella, lo que provocará dos cuellos de botella.

Más viviendas, peor
El problema será mayor en tanto en cuanto el Gobierno local siga apostando por los proyectos residenciales en la zona norte de la ciudad, como está apostando. Mientras más viviendas construya en un lugar estrangulado por la falta de salidas, más aumentará el número de habitantes, más vehículos circularán en las tres direcciones y más problemas de tráfico habrá que sufrir, al ser las soluciones tan difíciles de llevar a cabo.
 

No hay que olvidar que las tres torres que ya están construidas en la Casería son parte de un complejo de siete, que algún día pueden construirse; que a esas viviendas se suman el millar de Fábrica San Carlos y que el uso preferente que el Gobierno PA-PP quiere para los polvorines de Fadricas es residencial, con más de un millar de viviendas. O sea, casi una pequeña ciudad con carreteras para una barriada.

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