Cualquier proceso que genere desigualdad y pobreza, provocará simultáneamente una negación de los derechos, deberes y libertades fundamentales de las personas. Esto significa, diezmar toda posibilidad de participación activa y representación. En estos tiempos de crisis económica y paro estructural, las problemáticas se acentúan gravemente…Además las últimas decisiones de pseudoreconstrucción del tejido económico mediante una reforma laboral descarnada, con ingredientes tan manidos y deshumanizadores, como la precariedad, el abaratamiento del despido, la flexiseguridad, tan sólo pueden desembocar en empañar paulatinamente la calidad y el bienestar a nivel individual, familiar y comunitario, deteriorando los valores de solidaridad, para dar paso a una competitividad agresiva y a una sumisión laboral. Los recientes recortes, también han supuesto, un tijeretazo a la cohesión social…Carl Marx, está más vigente que nunca cuando dijo que el “poder político es simplemente el poder organizado de una clase para oprimir a otra”…No dejamos de vislumbrar los opuestos, la dicotomía: empresa versus clase trabajadora; capitalismo neoliberal versus ética. Las diferencias se ahondan más hacia las mujeres. Hasta hoy, en horario de mañana y tarde, podemos visitar la Exposición: “Mujer y Mercado Laboral: Dificultades y Oportunidades en Andalucía” en el hall de la Facultad de Trabajo Social de Huelva. La promueve la entidad sin ánimo de lucro Valdocco, inserta en la Federación de Asociaciones SURGE, ubicada en la capital hispalense, cuya web es www.federacionsurge.org. Como expresa Carlos González, presidente de Valdocco, esta iniciativa sirve para visibilizar el impacto de la mujer en el crecimiento de las barriadas. Visitarla, hace que seamos conscientes a través del paisaje de imágenes, del papel trascendental de la implicación femenina en el mantenimiento integral de las unidades familiares. Ese dominó de instantáneas, nos muestra la urgencia de hablar de igualdad real e inserción efectiva en los distintos ámbitos, públicos y privados. Seguir sin aceptar esta realidad, es continuar blanqueando el sepulcro soterrado de la injusticia. SURGE siempre el momento oportuno, para aunarnos, mujeres y hombres, en la mejora y el enriquecimiento de nuestros espacios convivenciales. Surge…pero esa invitación es necesaria aceptarla, como un desafío que nos aboca a la responsabilidad de moldear un nuevo humanismo.
