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Advierten sobre las gangas en internet

Las esperadas rebajas de enero, en tiempos de penuria económica, son terreno abonado para los estafadores y timadores de internet, que después de la Navidad han reaparecido con virulencia en la red ofreciendo todo tipo de gangas y descuentos en artículos tentadores, que al final pueden salir muy car

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Las esperadas rebajas de enero, en tiempos de penuria económica, son terreno abonado para los estafadores y timadores de internet, que después de la Navidad han reaparecido con virulencia en la red ofreciendo todo tipo de gangas y descuentos en artículos tentadores, que al final pueden salir muy caros. 

De todas las estafas que utilizan internet como campo de operaciones, la compra/venta entre particulares es la segunda actividad más lucrativa para los cibertimadores. 


I-phones a estrenar y rebajados, entradas para conciertos de la estrella del momento o festejos taurinos de José Tomás a mitad de precio, alquiler de pisos en la capital navarra, Pamplona, durante San Fermín....cualquier cosa que tenga demanda puede ser el gancho perfecto para venderse o subastarse en portales como eBay. 

Para el comisario Manuel Vázquez, jefe de la Brigada de Investigación Tecnológica de la Policía, la clave para no picar en el anzuelo de los timadores del siglo XXI es la misma que había para escapar del tocomocho o del timo de la estampita en tiempos pasados: tener bien claro que “nadie da duros a cuatro pesetas”. 

Según ha explicado a Efe, el problema de este delito es que los estafados se cuentan por miles y viven en puntos tan remotos como Sydney o Nueva Jersey. 

Alquilar un mismo piso de Pamplona a cuarenta estadounidenses y a otros tantos australianos es moneda corriente cada mes de julio. 

Aunque a veces la ganga puede ser tentadora, el jefe de la BIT recomienda utilizar los canales de venta que garantizan el pago y la entrega –como Paypal o similares– y desconfiar de aquellos que pretenden cerrar el trato de tú a tú para, en teoría, ahorrarse los intermediarios. 

La mayoría de las veces, dicen los expertos, el negocio que parecía redondo tiene “gato encerrado”, el dinero se volatiliza y la mercancía nunca aparece. 

Abonar el dinero pactado y no recibir jamás el artículo puede resultar enojoso, pero si el delincuente aprovecha el anonimato de internet para hacerse con nuestros datos bancarios, el volumen de la estafa puede elevarse a los miles de euros. 

Más allá de las compras, el phising, el pharming y el carding son las otras estafas más comunes en internet.

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