Este 27 de enero se celebra el Día Internacional en Memoria de las Víctimas del Holocausto, efeméride instaurada en 2005 por la Unesco en homenaje a la liberación en 1945 por parte de las tropas aliadas del campo de concentración y exterminio nazi de Auschwitz-Birkenau. Coincidiendo con esta conmemoración, la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Alcalá la Real ha querido también recordar y dignificar la figura del que fuese primer alcalde republicano de Alcalá tras las elecciones del 12 de abril de 1931, Pablo Batmala. Y es que el dirigente de raíces francesas que lideró la coalición de republicanos y socialistas fue fusilado en Víznar, provincia de Granada, tal día como hoy de 1937.
“De carácter siempre altruista (concejales de distinto signo político propusieron dedicarle una calle a su nombre en los primeros años de la Segunda República), Batmala, siempre dispuesto a impulsar acuerdos entre patronos y obreros, buscó implementar en nuestro municipio las medidas de modernización que trajo el nuevo régimen”, señala el presidente de la asociación, Salvador Corrales. “Sin embargo, la crisis económica mundial desatada a partir de 1929 y la fuerte polarización política característica de la Europa de entreguerras acabó por debilitar el proyecto republicano ante la reacción de corte autoritario de las clases tradicionalmente dominantes y la pujanza revolucionaria del proletariado urbano y rural”.
“En 1936, Pablo Batmala, que también fue diputado provincial, ya había pasado a un segundo plano de la política municipal y quizás su carácter templado y su disposición siempre a prestar dinero a particulares y a la propia entidad municipal para acometer obras públicas y aliviar el paro obrero, le hizo pensar que su vida no corría peligro. Estaba equivocado. El 30 de septiembre de 1936, día de la entrada de las tropas sublevadas en armas contra la Segunda República en Alcalá la Real, se inició una dura represión contra los elementos vinculados a los partidos y sindicatos de la izquierda local, ya tuviesen vínculos directos o no con los crímenes cometidos en el verano de 1936 contra personalidades asociadas políticamente al golpe militar de Franco. Cuatro meses después, el 27 de enero de 1937 fue fusilado. La represión no quedó ahí, pues sus múltiples bienes fueron confiscados y tuvo que ser su hermana Clotilde la que iniciase un complejo proceso para recuperarlos”.
“88 años después del asesinato de Pablo Batmala, nuestra asociación quiere animar al diálogo, a la memoria para evitar repetir los errores del pasado y a la resolución pacífica de los conflictos en un contexto de profunda polarización y de auge de los autoritarismos que amenazan la paz mundial. No hay caminos para la paz, la paz es el camino”, concluye su comunicado Salvador Corrales.
