Es la concejal más joven del equipo de gobierno y, desde que comenzara esta legislatura, se encuentra al frente de la Concejalía de Juventud y Festejos. Hoy entrevistamos a Rocío Garrido.
Aún tenemos muy presente la quinta edición de los Festivales en las Aldeas “Caldea” y ya nos metemos de lleno en la Real Feria de San Mateo. Festejos atraviesa su temporada alta. Así es, la programación estival cubre prácticamente los tres meses de verano. Comenzamos en junio con la feria de San Antonio, colaboramos con Custom Alcalá en julio en su quinta quedada motera, en agosto ha sido el turno de los festivales en las aldeas y en solo unos días inauguramos nuestra feria grande, ¡sin olvidar que la Navidad está a la vuelta de la esquina! Como dices, es temporada alta, una temporada muy fuerte en cuanto a programación.
¿Y cómo lleva esa tarea alguien que ha trabajado detrás de la barra y se ha subido al tablado con su escuela de baile? Son perspectivas diferentes, y cada una de ellas tiene su encanto. Si bien, es cierto que como concejal del área todo se vive más intensamente y de una manera muy especial. Las semanas previas están llenas de mucho trabajo, y en apenas unos días se ve materializado el esfuerzo que venimos haciendo todo el personal del área, y del resto de áreas que colaboran a lo largo del año para que todo salga a la perfección. Disfruto mucho con la organización, tanto de ambas ferias como del resto de actividades que llevamos a cabo durante el año, aunque requiere de mucho esfuerzo y constancia.
Este año han decidido darle un cambio a la normativa de feria y por tanto también al recinto ¿por qué? Es algo que me rondaba desde que asumí el mando en Festejos, pero que por la complejidad que conlleva, no se pudo materializar en la edición anterior. Tenía la percepción de que San Mateo debía volver a brillar como antaño, recuperar su tradición, su decoración. La principal novedad este año será la ampliación de la caseta municipal, que prácticamente dobla sus dimensiones. Ya se ha podido ver durante Alcalá Muestra que es un espacio mucho más grande y confortable, que ofrece muchas posibilidades para todos los actos que hemos programado para nuestra feria grande.
Era también una necesidad dar un cambio, y como te comentaba, recuperar la tradición de decorar nuestras casetas, de hacer la feria más nuestra. Alcalá merece una feria a la altura del gran municipio que es.
¿Tenía en mente estas propuestas al llegar a la concejalía o han ido surgiendo con el día a día? Algunas de ellas sí. Siempre me he involucrado en la política local, y es inevitable pensar en cosas que mejorarías si tuvieses la oportunidad. Ahora que la tengo, he de reconocer, que es mucho más complicado materializarlas.Otras iniciativas surgen en el día a día, hablando con la gente, con los compañeros y con los técnicos de las distintas áreas. Creo que es importante escuchar propuestas de fuera, pues siempre te dan una visión diferente que, quizás estando tan enfocado en tu competencia, cuesta más ver.
Acabo de cumplir un año al frente de la concejalía y, evidentemente, no todas las propuestas o ideas que tengo se han podido poner en marcha, pero confío en que al final de la legislatura prácticamente todas hayan visto la luz.
¿Cómo lleva las críticas? Porque está claro que con eventos que mueven tanto público no todo es color de rosa. Es normal que exista la crítica, es algo con lo que cuento cada vez que presentamos un evento. Y es que acertar al 100% es casi imposible. Todo genera cierta polémica siempre porque abarcamos todo tipo de púbico y el abanico es muy amplio. Aún así, intentamos pensar en todas las edades para tratar de acercarnos lo más posible a sus gustos y que haya buena respuesta del público. En ese sentido, esta última edición del Caldea nos ha dejado muy buen sabor de boca, y eso que han sido 16 espectáculos diferentes para un público muy variado. También la feria de San Antonio supuso un revulsivo y un aliciente para seguir trabajando en esta línea. Ver que lo que organizamos tiene buena acogida nos anima a seguir mejorando. Acepto las críticas constructivas como parte de mi labor, y siempre me ayudan a seguir mejorando.
¿Qué relación tiene Festejos con las aldeas y sus representantes? La relación es fluida, no solo a nivel de esta concejalía, sino en general. No hay que olvidar que los alcaldes pedáneos forman parte del Consejo de Alcaldes, que se reúne de forma periódica. En lo que a Festejos se refiere, la colaboración con las aldeas ha crecido, y es algo que va de la mano de las subvenciones y apoyo a sus fiestas. Esa partida se ha incrementado más del doble, pasando de 20.000 a 54.000 euros. Esto favorece el movimiento asociativo y el dinamismo de los colectivos rurales, que ha quedado patente también en cada espectáculo de Caldea, con servicio de barra e incluso verbena posterior gestionada por los propios vecinos, que además ha funcionado muy bien y les sirve para sacar más fondos para la celebración de sus fiestas.
Respecto al área de Juventud, ¿qué destacaría de su primer año al frente? Aunque parezca lo contrario por mi edad, el área de Juventud era la gran desconocida para mí, pues a pesar de que conocía gran parte del trabajo que se realizaba en ella, no me podía imaginar que fueran tantas las actividades que se llevan a cabo y dirigidas a un público tan amplio. Durante este primer año, he tenido la suerte de contar con un equipo maravilloso, que me ha ayudado mucho a hacerme con el área. Asimismo, hemos contado con la incorporación de la figura del dinamizador juvenil, que le ha dado aún más vida, tanto al edificio como a las actividades que realizamos.
Pronto enfilaremos el que será el segundo Mes de la Juventud de esta legislatura, y presentaremos un programa amplio de actividades como ya hiciéramos en verano.
Es cierto que ambas áreas pueden coordinarse bien, pues, como decía al principio, la Navidad está a la vuelta de la esquina, y ambos equipos, junto conmigo, ya están trabajando de manera incansable para poder ofrecer, tanto a los más pequeños como a la población en general, una programación diversa, dinámica y diferente.
