Según las últimas cifras oficiales, la comunidad venezolana es ya la cuarta más importante en España. Las cifras del INE señalan que en nuestro país residen ya más de 400.000 venezolanos. En cuanto a Alcalá la Real, la comunidad venezolana también ha ido creciendo en importancia a lo largo de los últimos años y en la actualidad está constituida por unas 150 personas, por lo que representa una proporción parecida a la que existe a nivel nacional.
“Procedemos de todas las partes de Venezuela, aunque yo particularmente vengo de Zulia”, el estado más noroccidental de este país sudamericano, nos asegura Benitzay Rincón, que llegó a Alcalá la Real hace un año y siete meses, y en la actualidad se dedica a la ayuda a domicilio a personas mayores. En casi todos los casos, acabaron en nuestra localidad, según ella misma nos asegura, porque otros compatriotas residían ya aquí y pudieron acogerlos.
Cuando se le pregunta por la situación económica que vive el país, Beni es categórica, y describe un panorama realmente desalentador. “La situación es crítica en todos los sentidos, el sueldo no alcanza; la sanidad está muy mal. La gente se muere. No hay insumos ni medicamentos, y en caso de que se lleguen a encontrar son demasiado caros”, asegura. En la educación, las cosas no están mejor. “Los colegios están muy mal, se va la luz. Los niños no tienen prioridad. En realidad, los venezolanos ya no tenemos prioridad, solo la gente del gobierno”.
A pesar de su importante número, los venezolanos no cuentan aún con ningún tipo de asociación que los represente en Alcalá. En lo que se refiere al perfil más común de los venezolanos presentes aquí “hay más mujeres que hombres, y la mayoría se sitúa en una franja de edad que va desde los 25 hasta los 50 años”, asegura Beni, quien además, señala que el nivel de formación es medio-alto. “Aunque los hay que tienen solo el Bachillerato, hay también muchos profesionales, que tienen el grado de doctor o ingeniero”. No obstante, en la mayoría de los casos desempeñan trabajos como los de interna al cuidado de mayores.
Benitzay termina asegurando que, por lo general, se han sentido bien acogidos y que se sienten integrados en la localidad, sin que conozca ningún episodio de discriminación o racismo sufrido por sus compatriotas en Alcalá. Preguntada sobre qué se podría mejorar, “quizá que los papeles y permisos de trabajo fueran concedidos con más rapidez, ya que todos los venezolanos nos caracterizamos por ser trabajadores, responsables y buenas personas”, concluye.