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Alcalá la Real

José Puche: “El alcalaíno guarda recuerdo de la carencia de agua, no es derrochador"

El abastecimiento de agua en un municipio tan complejo como Alcalá tiene muchas particularidades; entrevistamos a José Puche, jefe de servicio de Adalsa

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  • José Puche, en el depósito de la Cruz del Rayo (1956).

El abastecimiento de agua en un municipio con una orografía tan compleja como Alcalá la Real guarda muchas particularidades; para conocerlas algunas de ellas entrevistamos a José Puche Castilla, jefe de Servicio de la empresa municipal Aguas de Alcalá, Adalsa.

¿Cómo se gestiona el agua en nuestro municipio? El ciclo integral del agua en el municipio de Alcalá la Real (a excepción de la entidad local autónoma de Mures), que incluye la captación, el transporte, la distribución, el alcantarillado y la depuración; lo gestiona una empresa de titularidad pública municipal fundada en el año 1993 conocida como Adalsa (Aguas de Alcalá la Real SA). La empresa consta de una plantilla de 10 trabajadores repartidos entre personal técnico, administrativo, operadores de redes y operadores de depuración. Su presupuesto anual es de aproximadamente 1.400.000 €, de los que entre el 15 y 20% es destinado a la renovación y mejora de infraestructuras hidráulicas.

El suministro de agua en una ciudad es un servicio básico, pero también un gran desconocido, que tiene sus peculiaridades en cada localidad. ¿De dónde procede en la actualidad el agua que se consume en Alcalá y sus aldeas? La complicada orografía del término municipal y su escasez de recursos hídricos, ha conformado una compleja infraestructura hidráulica que consta de 15 captaciones, 27 depósitos, 4 elevaciones, 2 estaciones depuradoras de aguas residuales, 2 estaciones de bombeo de aguas residuales y casi 200 Kilómetros de redes de abastecimiento y alcantarillado. Para el abastecimiento de agua potable a la población de varios núcleos, a lo largo del tiempo se ha construido un sistema general cuyas captaciones principales están en las sierras de Frailes, Charilla y Los Llanos, de las que se abastecen los núcleos de Alcalá la Real, Ribera Alta y Baja, La Pedriza, Villalobos, Venta de Agramaderos, Peñas de Majalcorón, Las Caserías, Hortichuela, Puertollano y Fuente Álamo. Las pedanías de La Rábita, Las Grajeras, San José por un lado y Mures por otro, están también conectadas a este sistema general, aunque a día de hoy siguen abasteciéndose de sus propias  captaciones situadas en la Sierra de San Pedro y el Paraje de Fuente Tudela respectivamente. Por último, Santa Ana, Ermita Nueva y Charilla cuentan con sistemas de abastecimientos autónomos con captaciones situadas en las inmediaciones de las propias pedanías. En el caso de Ermita Nueva se ha redactado un proyecto que conectaría esta pedanía con el sistema general, habiéndose declarado la obra de interés de la Comunidad Autónoma por parte de la Junta de Andalucía el pasado mes de enero.


¿Qué diferencia, a nivel de coste y complejidad, hay en llevar el agua a una calle de Alcalá o llevarla, por ejemplo, a Las Grajeras? Los costes de mantenimiento están directamente relacionados con la dispersión de las viviendas, o si se quiere, con la longitud de las redes de abastecimiento de agua, es decir, la ratio que relaciona la población que suministra cada kilómetro de red de distribución. Esta ratio es mayor en el núcleo de Alcalá como núcleo más densamente poblado,  e inferior en aldeas con las viviendas muy dispersas, como es el caso de Las Grajeras. Para hacernos una idea, en Alcalá núcleo un kilómetro de red de distribución de agua atiende a 550 habitantes, mientras que en Las Grajeras un kilómetro de red atiende a sólo 20 habitantes.

En este 2024 se han actualizado las tarifas del servicio de suministro de agua en Alcalá. ¿Por qué? Extraer el agua de los sondeos y transportarla hasta los puntos de suministro requiere del empleo de grupos de bombeo de gran potencia, por lo que el gasto en energía eléctrica representa un capítulo de gastos muy importante del presupuesto de la empresa.  En el año 2021 el coste de la energía eléctrica consumida fue de 270.000 €, y el correspondiente a los años 2022 y 2023 se incrementó hasta superar los 450.000 €, lo que representa un incremento superior al 65%. De igual forma el servicio de retirada y gestión de lodos de la depuradora se ha incrementado un 47% llegando a superar los 50.000€. En 2023 ha entrado en vigor una nueva legislación sanitaria que contempla un incremento notable de los controles analíticos, pasando de 500 anuales en 2022 a los 1.228 que se realizarán en 2024. En definitiva, el aumento generalizado de los precios de tuberías, accesorios para el mantenimiento, cloro, etc., y que los actuales precios son los vigentes desde 2014, hacen necesario una actualización de los precios públicos del agua que haga posible el mantenimiento del equilibrio económico de la empresa. No obstante esta actualización no se verá reflejada en la factura hasta el mes de julio de este año.

¿Cuál es el consumo medio por habitante y día en Alcalá? ¿Es alto o bajo en comparación con otras ciudades? El consumo medio en el municipio para el año 2023 fue de 131 litros por cada habitante y día. Según datos del INE para el año 2020, el consumo medio en España se situó en 133 l/habitante y día y 138 en Andalucía. Esto indica que nuestros consumos de agua están ligeramente por debajo de la media nacional y autonómica.

¿Cree que en Alcalá se está haciendo un uso racional del agua? Hasta el año 1991 con la puesta en servicio de la gran obra hidráulica de abastecimiento desde los sondeos de Frailes, Alcalá sufría históricamente de problemas con el suministro de agua, padeciendo cortes diarios, cuya duración variaba por barrios. Estos cortes se debían a la escasez de recursos hídricos, pero también a la pérdida de agua en redes de más del 50%. De alguna manera el ciudadano alcalaíno aún guarda en el recuerdo esas carencias y no es un derrochador de agua, aunque conviene ir transmitiendo a las nuevas generaciones esta conciencia de valor del agua como fuente de vida y riqueza.

¿En algún momento, durante los últimos años de sequía, se ha visto comprometido este abastecimiento o se ha contemplado la posibilidad de tomar medidas de ahorro? Desde el año 1991 se han sucedido varios periodos de sequía, el de 1995,  2008 y el actual, sin que se haya visto comprometido el abastecimiento de agua en nuestro municipio.  A pesar de las últimas precipitaciones, la actual sequía no ha finalizado y está lejos de hacerlo. En este sentido, Adalsa está realizando actuaciones de cara a la disminución del consumo de agua, como es la instalación de válvulas reductoras de presión en determinadas calles, la sectorización y monitorización de las redes de distribución con el objetivo de detectar averías que provoquen fugas de agua, y la sustitución paulatina de las antiguas tuberías por otras fabricadas con materiales de mayor calidad.  No obstante, me gustaría recordar que los recursos hídricos disponibles se comparten con otros usos muy importantes dado su consumo, tales como el uso agrícola y recreativo, a los que también sería conveniente prestar atención.

¿Qué situación tendría que darse para que se pusieran en práctica restricciones en Alcalá? Cuando el abastecimiento a una población tiene su origen en un embalse, es posible determinar el horizonte temporal donde se sufrirán restricciones, ya que se conoce el volumen exacto de agua almacenada y los volúmenes que se extraen diariamente, puesto que se trata de autorizaciones de concesión. En nuestro caso, las captaciones son todas de aguas subterráneas provenientes de acuíferos, lo que hace más difícil conocer ese horizonte temporal en el que podríamos tener restricciones. A diferencia de lo que sucede en los embalses, en los acuíferos no se conoce con precisión el agua almacenada, y tampoco se conocen el volumen de extracciones totales. Nuestros indicadores hídricos que permiten evaluar la situación son, además de la pluviometría registrada, el nivel piezométrico de los sondeos y el caudal surgente de los manantiales.  En este sentido, se acaba de redactar el Plan de Emergencia por Sequía (PES), que en la actualidad se encuentra en trámite de aprobación por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), y en el que se  determinan una serie de actuaciones para distintos escenarios de sequía (prealerta, alerta y emergencia), en base a la observación de determinados indicadores hídricos representativos. Una vez sea aprobado el PES por la CHG, constituida la “Mesa Local de Sequía” y analizada la situación en cada momento, se propondrá la declaración formal del correspondiente escenario de sequía, caso de considerarlo necesario.

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