La calidad del aire del interior de los autobuses de la EMT se sitúa muy cercana a la del aire en el exterior, con una media de concentración de CO2 inferior a las cantidades máximas recomendadas por el Ministerio de Sanidad y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Así lo determina un estudio realizado en los últimos meses por la empresa municipal de transportes en el interior de distintos autobuses de la flota a través de la instalación de medidores de CO2.
Los resultados que se han obtenido de estas mediciones a lo largo de toda la jornada, incluyendo las horas punta, se sitúan en cifras cercanas a las consideradas normales al aire libre. En concreto, se ha registrado una media de 572 ppm, cifra que está por debajo de 800 ppm que es el valor límite que establece la OMS.
Los valores obtenidos se logran, en gran medida, a la continua entrada de aire procedente del exterior a través de las ventanas que permanecen abiertas y la apertura de la totalidad de las puertas de los autobuses al menos una vez cada minuto y medio, es decir, en todas las paradas que realiza el coche, por lo que la renovación del aire es superior a la recomendada por la OMS llegando a cinco veces cada minuto.
A estas medidas tomadas por la empresa municipal para la renovación del aire se une el hecho de que la norma de uso obligatorio de la mascarilla es respetada por el cien por cien de los viajeros, han explicado desde el Ayuntamiento en un comunicado.
Además, se mantienen abiertas las claraboyas y se utilizan los avanzados sistemas de ventilación y climatización del que disponen los autobuses de la flota.
Asimismo, para lograr estos niveles de CO2 la EMT ha llevado a cabo distintas campañas informativas para la difusión de las medidas de seguridad y recomendaciones sanitarias a través de los paneles de las paradas, en las pantallas y letreros led interiores y en las redes sociales para promover entre los usuarios y usuarias la correcta utilización de la mascarilla tapando nariz o boca, mantener las ventas abiertas, así como permanecer en silencio durante el viaje.
Desde el inicio de la pandemia hay numerosos estudios científicos en distintos países y ciudades españolas que avalan la seguridad del transporte público.
Así, estos análisis de la calidad del aire y concentración de CO2 que se han realizado en el interior de los autobuses por parte de la EMT son similares a los llevados a cabo en otras ciudades españolas como San Sebastián, Zaragoza o Valladolid en los que se han obtenido las mismas conclusiones que en el caso de los autobuses municipales: la renovación del aire dentro de los autobuses es muy superior a la recomendada en todo tipo de estudios, lo cual permite proporcionar un transporte seguro a los viajeros y viajeras del autobús.