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El Puerto

La libertad de la piedra y el fuego

Es extremadamente grave que desde el poder, desde las instituciones se considere como válido este comportamiento salvaje

Publicado: 22/02/2021 ·
12:10
· Actualizado: 22/02/2021 · 12:10
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No es la primera vez que ocurre, pero lo de pedir libertad a pedradas, lo de reclamar libertad incendiando motos, coches o mobiliario urbano, exigir respeto agrediendo a agentes de seguridad no solo roza lo absurdo, sino que ha llegado el momento de que plantarle cara sea una necesidad.

Porque ya no es que sea absolutamente incoherente, como muchas de las cosas de los que levantan el puño o la mano, es que no puede España seguir tolerando que, bajo la falsa premisa de las banderas de la libertad y la democracia se avasalle con violencia.

Y mucho menos tolerante resulta que uno de los partidos que forman el Gobierno de España jalee, fomente y defienda estos comportamientos ultras y violentos. Más allá del motivo de la convocatoria, está claro que para muchos el caso Hasel no es sino una excusa para enseñar algo de fuerza callejera que meta presión a otros.

Está claro que Hasel no ha entrado en prisión por  un tuit ni por cantar, pero a estos violentos en realidad eso les da igual y solo intentar imponer por la fuerza lo que saben que no son capaces con sus pobres y mentirosos argumentos. Pero es que no son grupos aislados de niñatos violentos, de ultras encapuchados, de niños bien disfrazados de anticapitalistas e izquierdistas. Es que públicamente tienen el respaldo de uno de los dos partidos que forman parte del Gobierno de España.

Es extremadamente grave que desde el poder, desde las instituciones se considere como válido este comportamiento salvaje. ¿Y dicen que defienden la libertad? ¿Y dicen que defienden a los trabajadores? ¿La libertad de los que tenían una moto aparcada en la acera y que han calcinado? ¿A los trabajadores de la tienda a la que han roto el escaparate y que, es posible, no pueda abrir? ¿La libertad de quienes opinan lo contrario que saben que ellos están dispuestos a pegar y quemar? ¿Los trabajadores que cada mañana muy temprano se tienen que levantar para abrir su negocio y subsistir? ¿Acaso puede permitir el presidente de un Gobierno que parte de su Gobierno no solo calle sino que públicamente apoye los comportamientos violentos y ultras que, no solo estamos viendo estos días, sino que llevan ya varios años produciéndose? No, porque si calla, otorga y si otorga, está de su lado.

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