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Sevilla

Acusado de abusar de la hija de su pareja apunta a la Policía como autora de su confesión

El acusado ha negado los hechos antes el tribunal y ha declarado que fue la niña la que intentó tener sexo con él

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  • Audiencia de Sevilla. -

Un hombre a quien la Fiscalía acusa de abusar de una menor de edad que es hija de su pareja ha negado los hechos ante el tribunal, ha declarado que fue la niña quien intentó tener sexo con él y ha asegurado que se inventó su confesión previa ante otro juez por consejo de la Policía.

La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Sevilla ha juzgado este martes a Roberto Carlos Q.C., para quien el Ministerio Público solicita doce años de cárcel por un delito continuado de abusos sexuales sobre menor de 16 años, según han informado fuentes judiciales a Efe.

El acusado ha explicado que la menor llegó a principios de 2018 desde su país natal y el de la madre, Nicaragua, y que todos eran "como una familia".

Frente al relato de la acusación, que fija el periodo de los abusos entre mayo y octubre de 2019, el encausado ha rememorado que entre abril y julio de ese año trabajaba en la localidad de Isla Menor y que "todo el verano" estuvo en Huesca.

Según la Fiscalía, el último episodio se produjo el 27 de octubre porque la madre llegó de trabajar antes de lo previsto y lo sorprendió "asaltando" a su hija, entonces de 12 años.

El procesado reconoció ante el juez de instrucción que había tenido relaciones con la niña y alegó que estaba "enamorado" de ella y que se sentía "muy arrepentido", pero en el juicio ha renegado de esa confesión y la ha achacado a que los policías le aconsejaron "que aceptase todo esto y estaba en la calle" porque su historial "estaba limpio", mientras que su abogado le pidió que "continuase con la misma línea".

Uno de los policías ha negado ese hecho y ha afirmado que el acusado proporcionó al juez un relato "con pelos y señales".

"Me lo tuve que inventar todo sobre la marcha", ha espetado el investigado, quien ante la Audiencia ha negado cualquier abuso y ha recalcado que siente "mucho respeto por las mujeres".

También ha relatado que, al volver de Huesca, la niña estaba "inquieta y rara" e incluso "insinuaba" que su mujer le "había sido infiel".

En cuanto a lo ocurrido el 27 de octubre, ha explicado que la niña entró en su cuarto y "comenzó a dar besitos y sacó un preservativo".

"Yo la quiero como a una hija. Me molesté y me encerré en el baño. Y al minuto llegó la madre y empecé a escuchar chillidos. Me amenazó con llamar a la Policía y me echó de la casa", ha narrado el encausado, quien ha admitido que compraba regalos a los dos hijos de su pareja "siempre que fuesen bien en los estudios".

También ha detallado que la madre "sentía cierta inclinación hacia el hijo", por lo que había "celos" de su hija y la mujer "la castigaba muy duro".

En este sentido, la médica que atendió a la niña en el centro de salud el 27 de octubre ha admitido que tenía "laceraciones" por "un cinturón que había utilizado la madre".

El perito de la policía científica, por su parte, ha señalado que no había restos del acusado ni en la ropa ni en la zona íntima de la menor, si bien ha matizado que es lo habitual cuando se utiliza profiláctico.

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