Sí hay Semana Santa porque la Semana Santa es mucho más que las procesiones por más que éstas sean la proyección de la fe de los cofrades hacia el mundo, la sensibilidad del ser humano para moldear imágenes, para ataviarlas, para enmarcarlas entre flores y entre cirios, entre el gentío que cada año conoce un argumento que nunca defrauda porque es parte de la forma de ser de un pueblo.
La Semana Santa de 2020 está en el recuerdo del pregonero que no pregonó pero dejó escrito su Pregón. En el recuerdo de cada uno de los cofrades que a cada minuto imaginan dónde estarían en esos momentos. En los verdderos creyentes que la viven en el recogimiento de la fe que los ha llevado a donde están.
No habrá Semana Santa en las calles, salidas tumultuosas ni recogidas emocionadas hasta el año siguiente. No se llenarán las calles de gente, creyente o no, para dinamizar una economía que tiene en estas fechas uno de sus sostenes principales del año. Porque la Semana Santa de San Fernando es mucha Semana Santa.
La Semana Mayor se vivirá de forma distinta. De muchas formas distintas. Cada cofrade, cada creyente, imaginará la suya, recordará las anteriores, esperará un año más como otros años ha esperado porque el tiempo no acompañó, aunque se consoló con las que sí lo hicieron.
La Semana Santa de 2020 es una prueba para los cofrades, para los creyentes, que no arrojará resultados que analizar. Porque las cosas del alma no se miden, se sienten. Y cada cual vivirá la suya.
La de 2019 sí está ahí, como suelen estar, casi siempre incompletas porque la primavera es caprichosa, todas las demás. Eso es lo que pretende este periódico y 7TV Bahía. Recordar con la esperanza de que el año que viene el aire esté tan limpio como el renacer de una nueva época.
