El Gobierno español ha reiterado su "firme" compromiso con la labor de la ONU en Libia tras la dimisión del enviado especial, Ghassan Salamé, y ha subrayado la "urgencia" de que las dos partes enfrentadas en el país norteafricano pacten un alto el fuego "duradero".
Salamé dimitió el lunes alegando motivos de salud. El Ministerio de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación ha reconocido su "infatigable labor e intensos esfuerzos" y ha agradecido que, con una "abnegada dedicación", ha tratado "sin descanso" de abrir vías de diálogo.
"España reitera su apoyo al pueblo y a las autoridades legítimas de Libia al objeto de preservar la estabilidad, la soberanía, la unidad y la integridad territorial del país", en un gesto de apoyo al Gobierno de unidad instaurado en Trípoli.
Exteriores ha destacado que España sigue "firmemente comprometida" con la búsqueda de una "solución política" que permita terminar el conflicto entre el Ejecutivo de Trípoli y las fuerzas de Jalifa Haftar, leales a la administración instalada en el este de Libia.
España, ha añadido, "reafirma la urgencia de alcanzar un alto el fuego duradero, garantizar el cumplimiento del embargo de armas, restablecer el diálogo político, preservar la unidad de las instituciones financieras libias y recuperar la explotación de los recursos petrolíferos por parte de la Compañía Nacional de Petróleo bajo la autoridad legítima del Gobierno de Acuerdo Nacional".