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Jaén

La afición golea, el equipo cae

El Jaén Paraíso Interior cae a a falta de 21 segundos después de fallar imnumerables ocasiones

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  • Una jugada del partido -

Desde las paradas de Edu, insuperable para el Jaén Paraíso Interior todo el partido, al golazo de falta directa a 21 segundos del final de Catela, el Viña Albali Valdepeñas se estrenó en la Copa de España con un triunfo tan emocionante y vibrante por momentos como desolador para su adversario, que acumuló méritos y méritos sobre la portería contraria, en la que se estrelló contra un muro irrompible. Eduardo Filipe Sousa, 'Edu'; portero del Viña Albali Valdepeñas. Hace un año, en Valencia, fue el héroe de la clasificación a semifinales del Osasuna Magna, su anterior equipo, al parar el sexto lanzamiento de la tanda, justo el único momento para el que salió a la cancha. Este jueves, como un titular indiscutible, es el nombre más insistente que suena como el motivo del triunfo del equipo de Ciudad Real. Él y Catela, el goleador final. También paró mucho Fabio Alvira, el guardameta del Jaén Paraíso Interior. Porque el Palacio de los Deportes José María Martín Carpena asistió a una exhibición imponente de ambos, los protagonistas absolutos e imponentes del segundo duelo de los cuartos de final de este jueves, con paradas espectaculares, de todos los colores y con 0-0 durante 39 minutos y 39 segundos, hasta que Catela hizo el 0-1. No fue un problema de escasez de ocasiones. Ni tampoco de falta de riesgos de ambos equipos. O de ambición. Fue una cuestión de reflejos, de estiradas y de paradas, cada vez con más constancia, algunas de ellas cuando ya parecía imposible superar la anterior, de dos cancerberos que sobresalieron por encima del resto. Primero de Edu, que sostuvo a su equipo, el Viña Albali Valdepeñas, cuando más superado, o descentrado, se sintió por el gobierno que ejerció de casi todo el primer periodo el Jaén Paraíso Interior, que entendió y ejecutó mejor la puesta en escena, con Alan Brandi como referencia arriba, con los disparos de Carlitos, con las jugadas de Míchel o con el desborde de Dani Martín. A todos les negó el gol el guardameta portugués. Y, cuando alguno le superó, como lo hizo Míchel, el balón terminó en el larguero. Ya había mostrado sus cualidades Fabio al principio del encuentro en la otra portería, pero sobre todo lo hizo en el segundo tiempo, cuando más le exigió el Valdepeñas, más ajustado en defensa y más incisivo en ataque, cuando también sintió la frustración de un portero que lo paraba todo, con una mano, con otra, con el pie.  Y de nuevo irrumpió Edu, para repeler el doble penalti que lanzó Carlitos a dos minutos y 59 segundos del final; luego lo hizo Fabio para despejar un trallazo de Cainan; David Ramos pidió el soporte tecnológico para verificar una jugada que entendió como pena máxima y no lo fue; Edu surgió de nuevo ante Carlitos con la mano derecha y nadie ni nada parecía cambiar el destino de los penaltis hasta que Catela firmó un golazo de falta directa a 21 segundos del final. Un trallazo. El golpe definitivo.

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