De nuevo se convirtieron las tablas del Gran Teatro Falla en un museo del carnaval en el que no faltó un detalle para trasladarnos, eso sí, a una sala muy peculiar donde las estatuas se movían y el vigilante brillaba por su ineficacia.
El primero de los pasodobles fue un bello piropo a Cádiz tomando como referencia las Puertas de Tierra y alabando el casco histórico de la ciudad. El segundo fue para el propio Carnaval, recordando que todo tiene cabida y avisando a Canal Sur de que no le guarda rencor y que tendrá "sitio en mi museo".
En cuanto a la tanda de cuplés, el primero fue para su trabajo en el museo y todas las tareas que tienen que realizar; el segundo, para la coincidencia de que les haya tocado cerrar la sesión... el mismo día que Vera Luque y 'el Selu'.