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Jerez

El ‘ángel de la guarda’ de la carretera

El policía nacional jerezano Isaac Ibáñez evita que un motorista se desangre tras impactar contra un quitamiedos en un accidente en la autovía

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El funcionario de la Policía Nacional de Jerez Isaac Ibáñez.

  • Regresaba de hacer deporte en su día libre cuando se encontró con un hombre accidentado a punto de desvanecerse y sangrando mucho en una pierna

Al agente Isaac Ibáñez no le gusta el protagonismo, pero este martes era complicado que no se hablara de este funcionario jerezano de 41 años y 15 de servicio en la Policía Nacional. Se había convertido en el héroe del día. El pasado sábado evitó que un motorista accidentado de 46 años se desangrara por la herida abierta que presentaba en una pierna tras impactar con el quitamiedos a la altura del kilómetro 25 de la autovía entre Rota y El Puerto. Su móvil echaba humo. Compañeros y altos mandos, como el jefe de la Comisaría Provincial de la Policía, le llamaron para felicitarle.

En esa jornada este policía pasó a ser el “ángel de la guarda” del hombre al que auxilió, como él mismo le dijo. Y es que razón no le falta. Isaac estaba de descanso y regresaba a Jerez en su vehículo particular tras practicar un poco de deporte en una playa portuense. Fue entonces cuando le pareció ver a un hombre “que se caía, con la tez blanca y que sangraba abundamentemente en una pierna”. Ni se lo pensó. Paró su coche y se dirigió rápidamente al motorista, tumbándolo en el suelo, realizando los primeros auxilios y presionando la zona que estaba sangrando.

A continuación, le elevó la pierna para  intentar detener la salida de sangre. Estaba a punto de desmayarse, pero el agente evitó este extremo, hablándole y tranquilizándole.

No dejó de hablarle para que no perdiera la consciencia

“Le dije que estuviera tranquilo, que era policía nacional, y que estaba en buenas manos; estuve con él en todo momento para que no perdiera la consciencia”. En este intervalo, mientras contactaba con el servicio de emergencias 112 para explicar lo que sucedía y pedir una ambulancia, también atendió la llamada de la esposa del accidentado. “Hablé  con ella, le conté lo que había pasado y le pedí que estuviera tranquila, que estaba todo bien”. Y no la estaba engañando. Estaba todo bajo control.

Poco después una ambulancia se encargaba de trasladar al herido al Hospital de El Puerto, donde fue intervenido de una fractura en la tibia. La Guardia Civil y la Policía Local de la localidad portuense se personaban también en el lugar de los hechos. A las pocas horas, recibía una llamada del matrimonio dándole las gracias. “Me dijo: Isaac has sido mi ángel de la guarda; no sé qué habría sido de mí si no llegas a aparecer”, relata a Viva Jerez, sin darle demasiada importancia a su gesta, que tiene claro que es intrínseca a la labor humanitaria de cualquier agente las 24 horas del día y casi de cualquier persona.

“Lo haría una y mil veces más y creo que cualquier ciudadano con un mínimo de solidaridad lo habría hecho”, señala tras dejar claro que lo más importante es que esta historia haya tenido final feliz.

Tras 15 años patrullando en las calles está “acostumbrado” a contratiempos de todo tipo, al margen de que esté o no de servicio, y de hecho la última Semana Santa también evitó que una mujer se asfixiara tras atragantarse con un trozo de pollo cuando comía con la familia en un bar de la Plaza del Arenal.

“Vi el revuelo y a una señora con la cara blanca y aunque me costó un poco que me dejaran pasar, al final cuando le dije a la gente que era policía nacional y que podía ayudar, le practiqué la maniobra de primeros auxilios que se hace en esos casos y pude sacarle el resto de comida”, señala.  

Entonces este “ángel de la guarda” prefirió que no trascendiera nada. “Es que trabajo en esto”,  reitera para dejar claro que estas actuaciones van en el puesto, desechando de nuevo ese protagonismo por una intervención va en su vocación de servicio. Sin más.

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