El PSOE de El Puerto se la juega. Su opciones de futuro pasan por la gestión del escándalo destapado en marzo de 2019, cuando trascendió un correo electrónico remitido por David de la Encina en víspera de las elecciones municipales de 2015 a la directora gerente de Andalucía Emprende, Vanessa Bernad, para informarle de que “en los próximos meses me he de volcar intensamente en las labores del PSOE y no podré estar presente en el CADE”, el Centro Andaluz de Emprendimiento adscrito a esta fundación, y en el que trabajaba desde hacía 17 años.
Esta semana se ha conocido que, tras enviar el mail, el ex alcalde de El Puerto faltó 50 días sin justificar y el entonces Gobierno de Susana Díaz ni le sancionó ni le descontó el importe correspondiente de la nómina. Su credibilidad ha tocado fondo. De la Encina declaró entonces que el planteamiento que hizo a su superiora no fue autorizado y “cumplí con mi trabajo”. El Tribunal de Cuentas le ha desmentido un año y medio después y nadie, absolutamente nadie, ha salido a apoyarle tras conocerse las últimas informaciones. No solo se trata de penalizar el absentismo por cuestiones partidistas o censurar un presunto trato de favor, es una cuestión de palabra.
El PSOE de El Puerto parece en estado de shock. Pero hay corriente de fondo. La primera incógnita que habrá que despejar es si la formación está dispuesta a acelerar la salida de De la Encina como secretario local o no. Nadie cuestiona su relevo más pronto o más tarde, con la celebración de asamblea local en el horizonte cercano como opción, aunque esto supondría alargar un escenario anómalo demasiado tiempo. En cualquier caso, ya sea antes o después, las dos grandes familias políticas del PSOE de El Puerto toman posiciones ya para encarar la nueva etapa sin De la Encina. El relevo natural es Ángel María González, portavoz municipal. Se siente legitimado. Pero la opción de María Eugenia Lara, más moderada, gana enteros.
La otra incógnita es la postura que adoptará la dirección provincial, que guarda silencio igualmente. David de la Encina es, además de concejal en el Ayuntamiento, presidente de la Mancomunidad y diputado provincial de Bienestar Social. Pieza clave en el equipo de Irene García, con una de las áreas con un presupuesto reducido pero de importante valor simbólico para el Gobierno de izquierdas. Su mantenimiento al frente de sus responsabilidades institucionales es polémico.
El mandato está resultando bronco, con Antonio Saldaña como portavoz del grupo popular y, a buen seguro, no va a dejar pasar la ocasión para atacar a la presidenta de la institución provincial en cada turno de palabra que disponga en los plenos. Por el momento, el portavoz del PP en El Puerto, Javier Bello, ya ha pedido que dimita de todos sus cargos, orgánicos y públicos. “Que tenga la suficiente dignidad política”, ha dicho. Y que devuelva los 7.000 euros que cobró sin justificar. La factura política que puede pagar el PSOE podría ser mucho mayor.