Desde el mes de julio sabiendo que había ganado el premio absoluto del concurso Gente con Arte de Canal Sur Televisión y sin poderlo decir hasta el 14 de septiembre pasado, cuando se emitió el último episodio y se conoció oficalmente al ganador.
Esos son los dos meses que ha tenido que pasar Jesús Castilla disimulando todo lo que ha podido y “engañando hasta a mi peluquero”, que le quería hacer un peinado especial para uno de los sábados que ‘cantaba’.
Se firma incluso un contrado de confidencialidad para no cargarse el concurso, tanto los concursantes como el el público asistente y hasta ahora se cumple. Que ya es difícil cuando cualquier guasá puede circular libremente por esos mundos de internet. Jesús Castilla concedió una entrevista esta semana a San Fernando Información y a 7TV en la que contaba su experiencia, que para empezar el ha servido para perderle el miedo a las cámaras.
“No es tanto como parece”, decía en esa entrevista cuando se le preguntaba por esos horarios tan poco flamencos como las cinco de la mañana (para leventarse, no para acostarse) y terminar a las diez de la noche. Eso sí, con el hotel al lado, pero a las cinco otra vez en planta.
La organización de ese tipo de programas es todo un alarde de disciplina que también deja una huella en el concursante. Aunque lo más importante y lo que más valor el cantaor isleño es el salto de calidad que ha dado su carrera, ahora enfocada a cantar delante aunque a él le guste cantar donde sea necesario.
Una productora lleva ahora sus intervenciones que tendrá que agendar con los compromisos contraídos con anterioridad, a la vez que se le presenta la posibilidad de grabar un tema para pasearlo por las redes sociales.
Su ilusión era grabar un segundo disco, pero entiende que las cosas siguen cambiando y las productoras no están por la labor de discos completos, a no ser una recopilación de éxitos.
Jesús Castilla es consciente de que tendrá que hacer concesiones a un flamenco más comercial, pero también sabe que no va a dejar de tener oportunidad de cantar los palos en los que se siente a gusto, por soleá y por seguiriyas. Es el precio de la fama.
Además tuvo un detalle con esa casa y con sus distintos medios. El trofeo de ganador de la primera edición de Gente con Arte estuvo sobre una mesa en el set de grabación de El ojo mecánico.
