La primavera se hizo grande un Domingo de Ramos grandioso. El Moreno de San Marcos aparecía puntual bajo el dintel de la Parroquia del Carmen y San Marcos, y tal como nos tiene acostumbrados, la alegría de los más pequeños se convirtió en contagiosa, y el discurrir del cortejo se produjo con absoluta normalidad.
Los capataces, Antonio Borrego en el misterio, y Victoriano Jarén en el palio, llevaron a sus respectivos titulares de vuelta a casa tras realizar su Estación de Penitencia en la Basílica Menor y pasar por una Carrera Oficial, con muchas autoridades presentes, en la Plaza de Isaac Peral.
De nuevo, la Agrupación Musical San Juan de Jerez acompañaba al Señor, mientras la Banda de Música San José Artesano de San Fernando hacía lo propio con la Señora de la Entrega. Por su parte, la Flagelación aparecía a las calles de El Puerto con su guion blanco y negro, desde la calle Cielo, en la otra punta de la ciudad.
El paso de misterio, comandado por los hermanos Sergio y Jesús Alejo, y acompañado por los sones roteños, lucía espectacular con las plumas de los cascos de los romanos que custodiaban a Jesús moviéndose al viento, mientras el Señor soportaba con mirada de amor los flagelos sobre su piel.
La Amargura, más bella aún si cabe entre las luces de la candelería, que estuvo encendida durante todo el recorrido prácticamente. Un Domingo de Ramos espléndido, en el que las únicas miradas al cielo fueron para disfrutar de los Titulares de un día grande que se vivió de principio a fin con un tiempo que acompañó e hizo disfrutar.
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