El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), que facilita el proceso de liberación de los manifestantes que se encuentran detenidos por protestar contra el Gobierno de Daniel Ortega en el marco de la crisis que estalló hace un año, entregó este lunes una primera lista conciliada de 230 presos que la oposición considera "políticos" y que pueden ser liberados en cualquier momento.
El CICR, al que el Gobierno y una alianza opositora le encargaron facilitar el proceso de liberación de los privados de libertad en el contexto de la crisis, entregó la lista actualizada tras revisar y cotejar los diferentes informes de detenidos.
El portavoz de la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, José Pallais, dijo a periodistas que el CICR concilió esa lista el fin de semana y que "está esperando la autorización del Gobierno" para proceder con su liberación.
Pallais, un jurista y político opositor, explicó que el CICR concilió dos grupos de privados de libertad: en el primero están los 230 que pueden ser liberados en cualquier momento, y en el segundo unos 53 que el Gobierno los tiene clasificados como reos comunes.
A los 230 detenidos, hay que sumar 212 que han sido excarcelados gradualmente desde el 27 de febrero pasado, cuando comenzaron las negociaciones, que concluyeron el miércoles pasado sin acuerdos en los temas de justicia y democratización.
Hay otras 200 personas que aparecen como detenidos en la lista de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y no aparecen en la lista del Gobierno, señaló.
En esos casos, agregó, están haciendo consultas con el denominado Comité Pro Liberación de Presos Políticos para confirmar donde están detenidos o si se encuentran en el exilio o desaparecidos.
La mesa de negociación entre el Gobierno y la Alianza Cívica invitó hace dos semanas al CICR a apoyar la liberación definitiva de los manifestantes antigubernamentales en un plazo no mayor de 90 días, a partir del 20 de marzo pasado.
El Gobierno expresó este lunes en un comunicado su "invariable voluntad y compromiso de continuar trabajando por el entendimiento nacional y la paz" en Nicaragua y de promover los mecanismos de implementación de los acuerdos ya consensuados, entre los que mencionó el de la "liberación de presos" con el apoyo del CICR.
Aseguró que pese a que la negociación culminó el miércoles pasado, "no ha dejado de presentarse cumplidamente, ni un sólo día, a la sede de las conversaciones o a otros espacios" adonde ha sido convocado "para conversaciones o pre-acuerdos".
"Esta semana daremos continuidad, en todos los espacios propuestos, a las discusiones necesarias para llegar a nuevos acuerdos", indicó el Ejecutivo, que no se responsabilizó de ningún impase o retraso en la negociación.
Hasta ahora, según la oposición extraparlamentaria, lo que existe es un "diálogo de sordos" en su negociación con el Gobierno, en los temas de verdad, justicia, reparación y no repetición, y en el de democracia y reformas electorales.
El Gobierno de Nicaragua y la Alianza Cívica concluyeron el miércoles pasado la mesa de negociación sin acuerdos en ambos temas, aunque dejaron la puerta abierta para seguir las conversaciones.
La Secretaría General de la OEA y el nuncio apostólico en Nicaragua, Waldemar Stanislaw Sommertag, son los testigos y acompañantes de la nueva negociación, que se encuentra en un punto muerto.
Nicaragua atraviesa una grave crisis que ha dejado 325 muertos desde abril de 2018, de acuerdo con la CIDH, aunque algunos grupos elevan a 568 las víctimas mortales, mientras que el Ejecutivo solo reconoce 199 y denuncia un intento de golpe de Estado.