El calendario es cuanto menos claro a estas alturas de la campaña: entramos en la recta final del campeonato y es el momento en el que para bien o para mal todo se decide. Y en eso está el Racing Portuense, que sigue empeñado en deshacer los errores cometidos y recomponer un ejercicio en el que tiene todavía -si no lo dicen los números- las opciones matemáticas de continuar en la lucha por acceder entre los tres primeros puestos de la clasificación están intactas.
No es tarea fácil pues debe ganar los tres únicos partidos que le restan y esperar. Las cosas de no depender de sí mismos que le harán no controlar el tempo de los resultados.
Este domingo (17.00 h.) jugará el último partido a domicilio ante el Cañorrera que ya no se juega absolutamente nada y que nunca se sabe si es un valor positivo o negativo ante la tensión que pueda poner ante los racinguistas. De ganar se estaría manteniendo las opciones con una jornada menos.
Si el tema deportivo está expedito, el expediente abierto tras los incidentes ocurridos ante el Rivera en Paterna se está a la espera de que la Federación se pronuncie al respecto, por lo que habría un as en la manga que podría venir que ni pintado para el caso de ser satisfactorio en forma de puntos.
Su resolución es una incógnita que tiene su correlación con un calendario cuanto menos en entredicho, es y que el siguiente partido en El Juncal será el 28 de abril. Un mundo.
