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El Gallinero

Kike Remolino pone luz a una sesión discreta

La comparsa hizo las delicias de un teatro que estaba expectante por saber qué traería uno de los autores grandes del carnaval gaditano

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  • La luz de Cádiz. -
  • La noche la abrió el coro más alegre de todos cuantos se presentan cada año al concurso: el de Valdés

La séptima sesión del Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas ya es historia tras la actuación de la comparsa de Kike Remolino, cabeza de serie y que hizo las delicias de un teatro que estaba expectante por saber qué traería uno de los autores grandes del carnaval gaditano.

La noche la abrió el coro más alegre de todos cuantos se presentan cada año al concurso: el de Valdés, que ataviados con un tipo de mantilla, vuelve a sorprender al aficionado, aunque dejando claro que se trata de carnaval, adelantándose así a que algún ofendidito pueda poner el grito en el cielo por mezclar dos de las fiestas típicas de la ciudad. Presentes, por cierto, en un estribillo pensado para hacer mover a quienes quieran acercarse en la calle a disfrutar del coro.

Tras ellos hizo acto de presencia la chirigota de Chicho y José Juan Pastrana, que tras su buen papel del pasado año, regresaba al Gran Teatro Falla con la misión de seguir mejorando, en esta ocasión con el tipo de tatuadores y tatuados. Lograron realizar una buena actuación, aunque con demasiadas referencias al tipo. La primera comparsa de la noche llegó tras ellos. Procedente de Dos Hermanas, ‘Los vendehumo’ firman una actuación aceptable, aunque con algún problema de afinación, con un tipo de vendedor ambulante especialista en crear necesidades en los consumidores.

La primera de las dos agrupaciones de la noche procedentes de Córdoba era el cuarteto. Leonardo da Vinci, La Gioconda y el Hombre de Vitruvio ponen la nota negativa de la noche al realizar una pobre actuación en la que se vivieron demasiados momentos de silencio para una modalidad destinada a hacer reír con frecuencia. La siguiente agrupación cordobesa era una comparsa que, con un tipo de currantes rebelados ante un sistema que los oprime, firma una actuación más que digna en su primera participación como grupo en el Gran Teatro Falla.

La última chirigota de la noche llegaba procedente de Écija. ‘Paqui, baja aunque sea en pijama’ aterrizaba en suelo gaditano esperando a su novia tras su buen papel de la pasada edición a pesar de quedarse en la fase de preliminares. Fue la gran sorpresa de una noche discreta en la que había que hacer poco para destacar, y lo hicieron con un popurrí lleno de puntos que el público en el teatro supo recompensar con aplausos.

La sesión iba tocando a su fin y, desde Ronda, llegaba la penúltima agrupación de la noche. El escenario se sumergía de repente en el fondo del mar con la comparsa de Lolo Barragán, que se jactaba de vivir bajo las profundidades, donde no llegaba la mano del hombre. Una buena actuación cerrada con un popurrí que, eso sí, se hace algo largo.

La última, claro, la cabeza de serie. ‘La luz de Cádiz’, agrupación de Kike Remolino, ponía el broche a una sesión en la que, evidentemente, destacaron ellos por encima del resto. Con una tanda de pasodobles dedicada a los hijos de los componentes, primero, y al Tato, después, levantaron a los aficionados de sus butacas, a los que ya se había metido antes en el bolsillo con una potente presentación en la que se incluía un espectacular juego de luces. Las pocas duda que pudiera haber en cuanto a la calidad de la agrupación quedan, así, disipadas, al menos hasta cuartos de final.

 

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