El presidente del Parlament, Roger Torrent, ha pedido este sábado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, "movimientos políticos" hacia Cataluña para que ERC apoye los Presupuestos Generales del Estado (PGE).
En una entrevista de Rac1 recogida por Europa Press, Torrent ha asegurado que el Ejecutivo central "ya ha tenido algunas oportunidades para demostrar que efectivamente quiere poner fin a la represión" y, según él, no se han concretado.
Ha añadido que el juicio a dirigentes independentistas del proceso soberanista en el Tribunal Supremo (TS) ofrece "un marco concreto en el cual definir exactamente cuáles son estos movimientos políticos de fondo" del Gobierno de Sánchez.
Y ha asegurado que "no habrá un apoyo a los Presupuestos hasta que se demuestre que hay una voluntad de afrontar políticamente el conflicto que vive Cataluña".
También ha afirmado que estará pendiente de lo que el presidente del Gobierno diga este sábado en un acto en Barcelona y si la propuesta de cumplir la Disposición Adicional Tercera del Estatut se concreta "por boca del presidente Sánchez".
Además, ha dicho que le gustaría que Sánchez pudiera verbalizar en su visita a Barcelona "cuáles son estos movimientos políticos que harían que los partidos políticos catalanes pudieran hablar de Presupuestos".
Ha asegurado que en ERC todos comparten que "como no se han producido estos movimientos", no habrá un apoyo a los PGE, y se ha mostrado convencido de que no habrá una crisis en el Govern.
"Tanto ERC como el PDeCAT actuarán al unísono respecto a los PGE", ha subrayado, aunque ha puntualizado que cada partido decide su posicionamiento.
Sobre los presupuestos de la Generalitat, ha recordado que "son muy importantes desde el punto de vista social", con medidas relacionadas con el Estado del bienestar.
En relación al juicio en el TS, ha deseado que no condenen a los líderes del proceso soberanista porque lo contrario significaría que "se consolida el juicio de la vergüenza", y ha defendido que un referéndum no es delito porque la convocatoria de referéndums se despenalizó en 2005.
Ante una eventual condena, ha defendido "una reacción de indignación democrática", que, según él, significa pacífica y cívica, y que apele al 80% de la población de Cataluña.