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Jaén

“El trabajo literario bueno es el que se hace lentamente”

La escritora Fanny Rubio acaba de ser nombrada ‘Natural de Jaén’ por la Universidad y trabaja en los personajes de su próxima novela

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  • Fanny Rubio. -

Descubrió la Literatura cuando aún no sabía qué era y hoy, esta escritora, catedrática de Literatura Española en la Universidad Complutense de Madrid, es una referencia obligada en este país, una autoridad reconocida y respetada en el panorama cultural y también ‘Natural de Jaén’.

Fanny Rubio (Linares, 1949) acaba de ser reconocida con el nombramiento de ‘Natural de Jaén’, un guiño que le ha hecho la Universidad de Jaén por su trayectoria profesional y su proyección pública en el ámbito de las Letras. “Estoy muy agradecida. Que la Universidad me considere como una Natural de Jaén me ha llevado a mi infancia, ha traído a mi recuerdo todas mis vivencias y paisajes naturales de esta provincia, con los que tan familiarizada estoy”, reconoce.  

Siendo niña, en el comercio que regentaba en Linares su padre, entre libros de contabilidad y facturas encontró un diccionario, con el que se familiarizó. “Me quedaba detrás de la cortina. Mi padre no me dejaba salir porque entretenía a la clientela. En el diccionario que encontré, buscaba las palabras que escuchaba y no entendía”, recuerda, relatando que así descubrió su vocación literaria.


Quiso ser escritora desde niña. Su primer libro se lo editaron sus profesores, con 14 años, y hoy puede presumir de una fecunda labor novelista que sigue viva. Y es que esta catedrática, dedicada en la Universidad al análisis de texto, a explicar personajes, busca ahora los de su próxima novela. “Estoy buscando personajes para narrar el paso de las familias de la Loma a la ciudad industrial, para contar las historias de quienes dejaban las ciudades y marchaban a zonas industriales”, dice sin dar más pista que, ésta será una novela inspirada en su ciudad natal.

Vive en Madrid, pero no es ajena a la realidad de Jaén, de sus pueblos, del suyo, Linares, del que resalta cómo sus minas permitieron un “impresionante” desarrollo económico. “Linares era la California de Europa y ahora siento pena porque la gente tiene que emigrar de la ciudad. Es importante recordar lo que fuimos a las futuras generaciones”, puntualiza. Sobre la provincia, explica que es “una tierra de oro en la que su diamante es el aceite de oliva, que se está aprovechando, pero no lo suficiente”.

En esta línea, reconoce a los jienenses su capacidad, resistencia y constancia, “una fuerza interior muy grande”. No tiene horizonte para publicar. “El trabajo literario bueno es el que se hace lentamente”, garantiza una mujer que entienda la poesía como un género con el que una persona aprende. “Me gusta hacer una poesía que hace que el lector sepa más”, dice. “Yo descubrí la poesía y la melancolía a la vez. A través de Juan Ramón Jiménez, con el que supe qué me pasaba, con el descubrí lo que sentía. La poesía es suplir una falta y te hace crecer como persona”, apunta.

Ensayo, poesía y narrativa, pero también una incesante labor investigadora y estudios de género que han marcado hitos bibliográficos.  Sobre las mujeres y la Literatura, ha investigado la transformación de ésta a lo largo de la Historia de la Literatura, cómo “ha pasado de objeto de representación a sujeto”. Recientemente ha participado en un congreso en torno a la periodista Carmen de Burgos (1867-1932), con una ponencia sobre el libro ‘En la cima’, escrito en Linares.  

Su colaboración más reciente la ha brindado en el libro ‘Iguales’, una antología con cuentos y poemas inéditos con autores de Jaén coordinados por Sánchez Tostado, a favor de ‘Save de Children’.

A Fanny Rubio la avala una importante labor docente, investigadora, como conferenciante, directora de tesis doctorales, columnista en prensa y revistas especializadas. “El papel del periodista lo ha usurpado el político. En Europa los políticos están en el Parlamento y aquí, en los medios de comunicación, donde hay demasiados alegatos y consignas”, critica.  

Como filóloga, pone nombre a las cosas y reconoce el déficit de reflexión, pensamiento y diálogo en la sociedad actual. “Hemos estado años sin filólogos y filósofos y esto ha provocado carencia de pensamiento. Es importante estar al lado de los investigadores, apoyarlos”, dice la catedrática. En esta línea, en su defensa de la Educación, aplaude la decisión de que la Filosofía vuelva a las aulas. “Vamos a tener una generación de pensamiento crítico”, termina.

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