A ocho meses para que concluya la presente legislatura en el Ayuntamiento portuense, muchas caras han cambiado desde el inicio de ésta en julio de 2015. Hasta diez concejales (cinco hombres y cinco mujeres) han dejado su acta de concejal. Aunque en la mayoría de los casos en su despedida se esgrime “motivos personales o profesionales”, lo cierto es que los razonamientos ahondan mucho más en lo que no se dice ni escribe. Razones hay demasiadas en las decisiones internas y en los intereses partidistas de cada una de las formaciones políticas.
De entre ellos, la revolución del PP se llevó por delante a su presidente y a su secretario local, así como a tres concejales que prefirieron no comulgar con las nuevas directrices dadas. Todas ellas supralocales.
Cambios
Si los cambios por una razón u otra ha sido la constante en esta legislatura, ni que decir tiene que a esto hay que sumar también al concejal no adscrito Carlos Coronado que decidió no entregar su acta como concejal del extinto Partido Andalucista y continúa sin grupo.El único que no ha sufrido baja ha sido Ciudadanos, por más que la frialdad y el futuro que depara tanto a Silvia Gómez como Javier Cuvillo en la formación esté aún en el aire.
Un caso aparte es el ex edil de IU que fue su propia formación el que le abrió las puertas tras colocación a dedo de su actual pareja en el servicio de Limpieza que él comandaba.
Partido Popular / Una renovación muy indigesta
Las etapas en políticas se intentan cerrar de puertas hacia dentro y sin fracturas; todo lo contrario a lo sucedido en el seno popular, que se llevó por delante a su presidente y secretario local y a varios de sus concejales por las desavenencias en la designación del nuevo presidente del PP portuense, Germán Beardo, y por las formas, según los dimitidos, en su elección. Las cicatrices se pretenden curar con otro proyecto renovado y con el aperturismo en el partido.
Izquierda Unida / Forzado a renunciar al cargo y sin rumbo
Desde su elección y ante su más que comprometida incompatibilidad al ser enlace sindical de la empresa de Limpieza FFC, Chacón fue lidiando con más tesón que destreza los problemas de un área comprometida como es Medio Ambiente. Su lastre con el Centro de Protección animal y los cerca de 200.000 euros tirados a la basura, se comprometió de manera crucial al contratar sin concurso público a su actual pareja. La formación le “invitó” a entregar su acta de concejal.
PSOE / Paciencia agotada ante la incapacidad
“No me voy, solo me echo a un lado”. Así se despedía el edil más polémico y díscolo de los socialistas. El paso de Ángel Quintana por hasta cuatro áreas municipales le acompañó las críticas en todas sus gestiones; la última y la más determinante, el cometido con la explotación de la Plaza de Toros, en una prueba más de anunciar una cosa y hacer otra distinta. Fue el jefe de campaña de las pasadas locales. Valera tuvo inconvenientes y reproches en la dirección del partido.
Levantemos / Voz autorizada que debilita al partido
Con la dimisión de María José Marín, Levantemos pierde una voz autorizada dentro del Consistorio. Vehemente, directa y batalladora, la ex edil renunció meses atrás ante la incompatibilidad laboral en el desempeño de orientadora laboral en la plaza obtenida en la Junta de Andalucía. Reivindicativa y tenaz, llegó a convertirse en cuasi la lideresa de la formación en detrimento de Pepe Oliva cuando éste se tomó una baja por enfermedad.
Una de las más firmes opositoras a la construcción de los aparcamientos subterráneos, precisamente, se vio salpicada por la gestión de otros parkings, cuando desde el Partido Popular -en boca de la ex edil Marta Rodríguez-, se llegó a insinuar que el dinero de la gestión de los aparcamientos de la Feria fue a parar a financiar al partido. Con la diligencia policial en la mano, las dudas no encontraron argumentación ni justificación suficiente.
