La autovía A-7 a su paso por Algeciras fue escenario este lunes de un accidente de tráfico de la más inusual que, por fortuna para Macarena Cosano, la conductora afectada, no le causó heridas de gravedad y ahora puede contarlo, como ha hecho a través de su perfil en Facebook. Colisionó con dos cabras que andaban sueltas por la calzada.
Los hechos se produjeron este lunes muy temprano, a las 05.00 horas, cuando Macarena se dirigía a trabajar al Puerto de Algeciras, donde desarrolla su actividad. A la altura del kilómetro 103 fue donde se produjo el accidente.
“A la altura de la fábrica de Metalsa, y de repente, veo cuatro ojos amarillos mirándome. Eran dos cabras, una rubia y otra negra (fijaros hasta lo q la vista puede llegar a ver cuando va atenta, a pesar q la única iluminación de la vía fuese mi luz del vehículo). Al segundo de ver esas miradas y su color ya me las había chocado. Fue como una película de ficción vivida en realidad de primera persona, los 7 segundos de accidente peores de toda mi vida”, narra la conductora.
Tras el impacto, prosigue, saltó el airbag y el vehículo comenzó a trazar zigzags por durante varios metros en el mismo sentido en el que circulaba. Macarena explica que tuvo la “buena suerte de no volcar” gracias a que el cuerpo de una de las cabras quedó incrustado entre la rueda delantera izquierda y el chasis del coche, lo que le impidió girar el volante, algo que admite que es fruto de la “inercia”, aunque “es un error porque se puede agravar más el accidente”.
Macarena pudo bajar del coche por su propio pie y encontró a sus “dos ángeles de la guarda”, un matrimonio que la auxilió, “dándome cariño y ánimos, llamando a los servicios de emergencia y no dejándome sola hasta que llegó la ambulancia, y porque yo les dije q se fueran”, explica la accidentada, que sugiere “un diez por esas personas que aparecen cuando tienen que aparecer”.
También se muestra agradecida a los servicios de emergencia, tanto Guardia Civil como ambulancia y grúa, que “me trataron sensacionalmente bien”. Cree que “todos flipamos de que yo estuviera intacta, aunque ahora padezca algunos mareos y latigazos en el cuello y espalda, pero nada que no tenga solución con rehabilitación y mucho amor”.
“Mis pensamientos solo eran hacia mi hija, mi pareja y que algo sobrenatural me salvara, no quería morirme en ese momento; me queda mucha vida por disfrutar para ver crecer a mi hija y seguir siendo feliz”, indica Macarena.
Hasta el momento no han logrado identificar al dueño de los animales y sus restos seguían junto a la calzada hoy mismo, según indica la afectada que le han comentado aquellos que han conocido su caso y han pasado por la zona, donde también queda arena esparcida en ese punto tras el accidente.
Macarena denuncia la escasa iluminación que había en la zona y lamenta los continuos robos de cable de cobre que se producen, que generan que las farolas no funcionen, por lo que reclama algún tipo de medida para evitar que esa parte de la autovía carezca de la iluminación adecuada.
