Torremolinos continúa viviendo una época de cambios en lo referente al urbanismo y la avenida Carlota Alessandri, la principal vía que comunica Torremolinos con los límites de Benalmádena, no podía ser menos.
Esta arteria principal de la localidad, lugar emblemático de la Costa del Sol en los años 60 y 70, se prepara para el cambio total de su fisonomía con las obras de reurbanización que han dado comienzo en el tramo que va desde la rotonda de entrada del municipio vecino hasta la confluencia con la avenida Palma de Mallorca.
Asimismo, a estas actuaciones hay que sumarle la instalación de un ascensor panorámico, de 30 metros de altura, que unirá esta vía con el parque de La Batería.
El objetivo es frenar el proceso de degradación de esta vía para que vuelva a ser un foco atrayente de inversión. Con un presupuesto de 747.032 euros y un plazo de ejecución estimado de seis meses, los trabajos puestos en marcha este pasado lunes comprenden la reordenación y reurbanización integral de la avenida con la renovación de la solería, la habilitación de un carril bici de cerca de dos kilómetros en su acera sur, la mejora del mobiliario urbano, la creación de áreas de descanso, la dotación de accesibilidad para personas con movilidad reducida e invidentes, la adopción de medidas para reducir la velocidad por la vía y la ampliación hasta 240 plazas de estacionamiento en superficie, marcan las líneas maestras de este proyecto urbanístico.
Asimismo se aprovecharán estas actuaciones para la renovación por parte de Aguas de Torremolinos de la red de abastecimiento de agua. Este proyecto, unido a la peatonalización en la plaza Costa del Sol y la avenida Palma de Mallorca, pretende hacer de esta ciudad un espacio más amable con el ciudadano.
Una ciudad vertebrada
El alcalde, José Ortiz, acompañado de la concejala de Urbanismo y Hacienda, Maribel Tocón, visitó el martes las obras, que han comenzado esta semana, e hizo énfasis en cómo estas actuaciones vienen a atender “unas obras muy demandadas por los vecinos, pues esta avenida es la que vertebra la ciudad y la que une el centro urbano con Benalmádena y el resto de la Costa del Sol Occidental”.
Además, se refirió al valor “estratégico y emblemático” que reviste esta remodelación de la avenida. “Desde nuestro acceso al gobierno municipal hemos hablado de la importancia que tiene el recuperar el centro urbano y la importancia que va a tener el bulevar”, recordó.
Al hilo de esto, señaló que “recuperar el hito histórico que supuso Montemar y la avenida Carlota Alessandri en los años 70 y 80 requería un esfuerzo inversor, y vamos a reformarla dotándola con nuevo acerado y equipamientos de todo tipo, dotándola de un carril bici, creando más aparcamientos en superficie”.
Más atractivo
Según Ortiz, estos trabajos responden a la necesidad de “volver a dinamizar la zona y que atraiga inversión y atractivo”. “Es una de las avenidas más importantes de toda la Costa del Sol y pretendemos generar un activo que permita recuperarla económica y comercialmente, además de incorporarla como activo turístico”, concluyó.
Por su parte, Maribel Tocón, recordó las actuaciones anteriores, es decir, la eliminación de los bolardos de delimitación de la calzada, “unos bolardos que supusieron el símbolo del inicio de la desertización de la avenida”, aseguró, así como la retirada de la mediana y acondicionamiento de los aparcamientos en superficie.
Adaptación a la ley
Tocón también destacó que el proyecto de reurbanización “hará que la avenida se modernice y se adapte a la ley”. A este respecto, informó que el tramo de acerado que discurre junto al “malogrado” proyecto del Hotel Cruiser “que no cumplía las condiciones de accesibilidad que exige la ley va a ser resuelto por los propios dueños de la finca que procederán a retranquear la acera “.
Una vez concluya esta tercera fase del proyecto de remodelación de la avenida Carlota Alessandri, quedarán pendiente unas actuaciones complementarias sobre la acera norte de esta vía que se acometerán una vez exista disponibilidad presupuestaria, según informaron desde el consistorio torremolinense.
El nuevo modelo de ciudad contempla la conversión de esta avenida en un importante bulevar con lo que se transformará en una calle accesible para el disfrute de los peatones y los conductores, en la que primará el tráfico lento, con mobiliario para usos urbanos en las amplias aceras que se habilitarán en muchos de sus tramos y un carril bici en la zona sur.
